![El Athletic se dispara al pie en un partido loco](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/09/15/cronica-girona-U190495014315I7B-U22011901870210O-1200x840@El%20Correo.jpg)
Girona 2-1 Athletic
El Athletic se dispara al pie en un partido locoSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Girona 2-1 Athletic
El Athletic se dispara al pie en un partido locoPasarán los años y seguiremos recordando el partido de este domingo en Montilivi. Con lo sucedido se podía establecer un canon de lo que es un encuentro loco, divertido y hasta disparatado entre dos equipos valientes. El Athletic lo perdió y no es que su ... derrota fuera justa sino que resultó inevitable. Y es que los rojiblancos sacaron tantos boletos para perder que sus muchos méritos no sirvieron para nada. Fueron tantos los tiros que se pegaron en el pie que la brillantez que mostraron durante casi una hora de juego quedó en agua de borrajas. Ahí es nada fallar tres penaltis, récord en la historia de la Liga, desperdiciar cinco ocasiones muy claras, encajar un gol tonto y conceder un penalti absurdo en el minuto 96. Por no hablar de la mala suerte de perder a Sancet, que se estaba saliendo, justo antes del descanso, en la misma jugada en la que marcó el 1-1.
Llevaba el Athletic sin perder desde el anterior parón y tuvo que caer antes de llegar al siguiente. Por lo que hubieran significado los tres puntos es imposible no dolerse por este 2-1 del que no dejaremos de hablar. Su digestión va a ser muy complicada. Porque lo de desperdiciar ocasiones, incluso en el minuto 101, como sucedió con la postrera de Unai Gómez, es algo contra lo que la afición rojiblanca está más o menos vacunada, pero lo de los tres penaltis no hay por dónde cogerlo. Que sean tres jugadores distintos (Berenguer, Iñaki Williams y Herrera) los que ejecutan las penas máximas ya es muy raro. Ahora bien, que los tres hagan unos lanzamientos de chichinabo, más allá del acierto de Gazzaniga, es algo nunca visto. Literalmente.
Girona
Gazzaniga, Krejcí, López, Miguel, Arnau, (Ramírez, m.100), Asprilla (Francés, m.100), Martín (Misehouy, m.92), Yangel, Van de Beek, Danjuma (Bryan Gil m.58), Abel (Stuani, m.92).
2
-
1
Athletic
Padilla, De Marcos, Vivián, Paredes, Adama (Yuri, m.77), Herrera (Prados, m.78), Galarreta (Jauregizar m.58), Sancet (Unai, m.42), Williams, Guruzeta (Djaló, m.58), Berenguer.
Goles: 1-0, m.38: Asprilla. 1-1, m.40: Sancet. 2-1, m.98: Stuani
Árbitro: Pulido Santana. Amonestó a Krejcí, David López, Gazzaniga, Yangel Herrera y Vivian-. Expulsó a Paredes.
Incidencias: 13.396 espectaadores en Montilivi.
El equipo, de hecho, no levantó cabeza tras esa catástrofe desde los once metros y se tuvo que encomendar a Padilla, autor de cuatro paradas formidables, para aguantar el empate hasta que Paredes provocó la ruina con un penalti de alcornoque. Fue como para comer cerillas. Una auténtica infantilada, como lo fue la segunda amarilla que le valió la expulsión. Y es que saltaba a la vista que, tras señalar dos penaltis con el VAR y mandar repetir uno de ellos, con el público de Montilivi protestando y coreando con sarcasmo «penalti, penalti» en todas las jugadas, Pulido Santana estaba muy sensibilizado, presto a pitar cualquier cosita punible que se diera en el área rojiblanca. Eso lo veía hasta Rompetechos. Pues bien, al central de Arrigorriaga no se le ocurrió otra cosa que agarrar a Krejzi en un córner. El VAR lo tuvo claro y Stuani no falló.
Noticias relacionadas
Todas estas desgracias e infortunios, sin embargo, no pueden hacer olvidar los méritos del Athletic. Fueron muchos y de gran valor, sobre todo si se tiene en cuenta que venía de jugar el jueves. Tras unos compases iniciales en los que los dos equipos se retaron con la mirada, a partir del cuarto de hora los rojiblancos comenzaron a sentirse a gusto en el campo, al tiempo que el Girona perdía precisión, abusando de centros largos defectuosos y malos centros al área que provocaban la irritación de Michel. Y no sólo eso. Los catalanes también empezaron a sufrir en la salida de balón. En el minuto 19, de hecho, Berenguer estuvo a punto de marcar el 1-0 tras una maniobra peligrosa entre Gazzaniga y un defensa. El voleón se le marchó fuera por centímetros al navarro, que a partir de ese momento entró en una de esas espirales paradójicas que a veces sufren los futbolistas: su juego era tan impecable como desafinada era su puntería. Tanto es así que en el minuto 26 fue capaz de provocar un penalti tras una gran jugada personal y de fallarlo él mismo con un lanzamiento flojo.
El Athletic, sin embargo, no se miró la herida. Todo lo contrario. Estaba enchufado y se puso a jugar a un nivel espléndido, el mejor de toda la temporada con diferencia. Montilivi asistió a una sinfonía del equipo de Valverde, serio en defensa, con De Marcos muy afilado, Galarreta y Herrera a un gran nivel, Sancet sacando conejos de la chistera y el trío de ataque dando una lección de movilidad. La falta de acierto en tres ocasiones de Sancet, Herrera y Guruzeta no sólo impidió a los leones adelantarse sino que les condenó a ponerse en desventaja en una jugada rara, de esas que se se producen en el fútbol por generación espontánea: un centro chut de Asprilla en el minuto 38 que Padilla se tragó, confundido por un movimiento de despiste de Miguel Gutiérrez.
La reacción del Athletic al gol del Girona fue de una brillantez casi tan difícil de recordar como los tres penaltis fallados. Fue prácticamente sacar el balón de centro y fabricar una preciosa jugada coral, culminada con una gran vaselina de Berenguer para asistir a Sancet, que batió a Gazzaniga y se lesionó. La verdad es que, a partir de ese momento, ya nada volvió a ser igual. El Girona salió con ganas tras el descanso y Danjuma dio un serio aviso en el descanso. Aunque notaba la ausencia de Sancet, quizá el único futbolista del Athletic que no tiene un sustituto –Unai Gómez volvió a demostrar que no lo es–, el equipo de Valverde no se olvidó de atacar y consiguió un segundo penalti en una entrada al área de Iñaki Williams.
Ya ha quedado dicho que los dos lanzamientos fueron descorazonadores; tanto que el Athletic se sintió indispuesto, como si estuviera paralizado por una conjura de los astros en su contra. Muy pocas cosas le funcionaron a partir de ese momento, empezando por las entradas al campo de Djaló, de nuevo desafortunado, y Jauregizar. Berchiche sí se hizo sentir, pero su aportación no fue suficiente ante un Girona que revivió tras las salvadas de Gazzaniga y atacó por tierra, mar y aire la portería de Padilla, impresionante hasta que sus compañeros cometieron el error definitivo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.