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Un triunfo ante el Viktoria Plzen cerró de golpe un enero pobre en recompensas para el Athletic. Los rojiblancos recobraron su imagen más positiva después de un mes complicado en tres competiciones, con tres derrotas, dos empates y una única alegría, el 1-2 conseguido en Balaídos en Liga. Esa tendencia cambió por el resultado y el juego frente al Viktoria, superado en San Mamés por 3-1, con el único pero de no poder mantener la portería a cero.
Los rojiblancos atravesaron una pequeña crisis de resultados en las primeras semanas del año. En su primer partido de 2025 se llevaron un buen susto contra la UD Logroñés el 4 de enero. El empate sin goles el duelo de Copa desembocó en una tanda de penaltis que se resolvió a favor de los rojiblancos por 3-4, con lo que logró el pase a octavos de final. Un apuro de ese tipo en una visita en la Copa del Rey puede sufrirlo cualquiera y la preocupación no fue más allá de las ocasiones desperdiciadas por el Athletic y sus dificultades para superar el muro riojano. Cuatro días más tarde, llegó la derrota ante el Barça por 0-2 en la semifinal de la Supercopa disputada en Arabia Saudí. Las bajas y el mal juego penalizaron a los de Valverde frente a un rival que llegaba al torneo con ansias de victoria y que terminó ganando tras humillar al Real Madrid en la final.
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Aquella derrota significó el preámbulo del fracaso que tuvo lugar el 16 de enero en la San Mamés en la eliminatoria de octavos de la Copa del Rey ante Osasuna. Dos errores en defensa y demasiadas imprecisiones ante la meta rival condenaron a los rojiblancos, que perdieron en La Catedral por 2-3 ante un Osasuna muy motivado y competitivo, que obtuvo el máximo rédito a sus pocas ocasiones de gol.
A pesar de la decepción por el adiós a la Copa y la imposibilidad de defender el título, el Athletic se repuso en Balaídos con un triunfo por 1-2 con el que recobró la identidad que había perdido en partidos anteriores. Los de Ernesto Valverde sonreían por primera vez en el nuevo año por su superioridad ante el Celta. Esa sonrisa en la Liga se convirtió en una desilusión con el empate sin goles frente al Leganés el 26 enero. Otra vez se fallaron una inmensidad de ocasiones de gol, mientras que Unai Simón salvó el punto con tres magníficas intervenciones. Cuatro días antes, el Athletic había salido goleado por 4-1 ante el Besiktas en un duelo europeo en el que los turcos fueron muy superiores.
Tras el triunfo de anoche contra el Viktoria, el Athletic entierra un enero en que se despidió de la Copa y la Supercopa. La brillante clasificación en la Europa League, donde se ha librado de una eliminatoria previa por méritos propios, debe servir ahora para afrontar los próximos retos con confianza y sin las dudas de enero. Ese cambio radical de tendencia tras un mes nefasto puede llegar este domingo con un resultado positivo en casa del Betis.
El calendario presenta compromisos en la Liga en los que el Athletic, por clasificación y potencial, puede sumar muchos puntos. El 8 de febrero recibe en San Mamés al Girona, en la siguiente jornada visita al Espanyol y el 23 de febrero será el anfitrión del Valladolid. Un panorama más optimista.
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