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Tarde o temprano tenía que suceder. Nada dura eternamente. El Valencia puso fin a una espectacular racha de catorce partidos sin perder, entre Liga y Copa, del Athletic. Los rojiblancos, aunque estuvieron mucho más espesos de lo que es habitual en lo que va de temporada, llevaron la iniciativa y el control del juego durante muchos minutos, pero generaron menos peligro que de costumbre. El planteamiento local tuvo mucha que ver en que fuera así. Eso y que, en las contadas oportunidades claras que dispusieron, los leones no estuvieron acertados. El rival, por contra, sí.
«Estaba claro que el que tuviera acierto se iba a llevar los tres puntos» porque el choque «estaba para que se rompiera en una jugada», señaló tras la derrota un resignado Ernesto Valverde para el que a su equipo le faltó «claridad» y «colmillo». «Hemos estado cerca del área pero hemos generado menos de lo que nos hubiera gustado», reconoció. El cuadro bilbaíno dispuso de dos oportunidades en la primera mitad en las botas de Nico, mientras que en la segunda Sancet tuvo una muy clara y Unai Gómez vio como el cancerbero paraba su lanzamiento envenenado con 1-0 ya en el marcador.
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El calendario, sin embargo, no da margen para lamentarse porque el miércoles llega el Barcelona a San Mamés con el billete para la semifinal de Copa en juego. Y el técnico de Viandar de la Vera espera que «los jugadores se recuperen bien de las molestias que arrastran» como consecuencia de «calendario leonino». Uno de los que abandonó Mestalla tocado fue Nico Williams al que el técnico sustituyó por Adu Ares en el minuto 79. «Pensaba que iba a tener que cambiarle antes, pero pudo aguantar un poco más. Esperemos que no sea nada», lanzó Valverde.
De hecho, pensando en ese duelo copero ante el Barça, el preparador rojiblanco apostó por la prudencia y dejó fuera de la convocatoria a Mikel Vesga que «tenía una sobrecarga». Y dio entrada a Galarreta únicamente en los minutos finales «con alguna infiltración». Valverde reconoció que, ante la imposibilidad de generar peligro a través del juego combinativo debido a la buena disposición defensiva valencinista tras el 1-0, «quizá teníamos que haber empezado algo antes a buscar el juego directo para llegar arriba».
Ander Herrera, titular por segundo partido consecutivo tras salir también de inicio ante el Alavés en Copa, por su parte, aseguró el Valencia «no ha sido mejor y lo más justo hubiera sido un empate». El vestuario «está fastidiado», sin embargo, ya tiene la mente puesta en el compromiso copero «ante uno de los mejores equipos del mundo». «Con nuestra gente en San Mamés nos sentimos fuertes», adelantó Herrera.
El técnico valencianista se mostró orgulloso de la buena línea que está siguiendo su equipo en Liga –cuatro triunfos consecutivos– y de la victoria de ayer ante un rival «tan complicado como el Athletic» de Valverde. Rubén Baraja destacó que «estamos aguantando bien este ritmo y el insistir y creer nos hace ser un equipo tan sólido y serio como hemos estado hoy, que era lo que exigía el encuentro». El preparador che apuntó que, ante un rival como el rojiblanco, «si te desmontas y no estás cerca en las ayudas pierdes el partido».
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