Mucho más que un derbi

Pero no hay que obviar que los de Ernesto Valverde visitan al tercer clasificado de la Liga y que afrontan un partido que a efectos prácticos va mucho más allá de la rivalidad. Tras dos empates consecutivos, el Athletic llega a San Sebastián en la séptima plaza, fuera momentáneamente de los escalones europeos de la clasificación y con su oponente a seis puntos de distancia. Sí, hablamos de la jornada 17 y queda todavía medio campeonato por disputarse. Pero caer en Anoeta abriría grietas en la confianza que ha mantenido hasta ahora el Athletic en su juego y le pondría en un escenario incómodo en una semana en la que además deberá afrontar los octavos de Copa contra el Espanyol y otro reto de altura frente al Real Madrid.

Por eso, sin ser una final, sí que el duelo de Anoeta se puede decir que es mucho más que un derbi. Es un partido entre dos rivales directos que buscan el mismo objetivo, las plazas europeas, y donde el Athletic no puede ceder más puntos porque nueve empezarían a antojarse una distancia muy complicada de enjugar a la Real de Imanol.

A favor de los rojiblancos juega la imagen mostrada en los últimos encuentros. Esa solidez defensiva que han demostrado los de Valverde y esa intensidad a la hora de afrontar los encuentros, como sucedió frente a Osasuna, son las mejores armas para hacer frente a una Real Sociedad a la que no se le puede dar respiro ni ofrecer espacios para que sus hombres clave entren en acción y conecten entre ellos.

El Athletic conoce el camino y sus últimos tres enfrentamientos contra la Real se saldaron con dos empates en San Sebastián (1-1) y una contundente goleada en San Mamés el curso pasado (4-0). Ese partido, donde los rojiblancos no dieron tregua a los donostiarras hasta que estos se hundieron en la última media hora de partido, es un ejemplo del trabajo que debe hacer el Athletic para imponer su estilo. Desde luego, todo lo que no sea un encuentro intenso, disputado en cada metro cuadrado y con dos equipos dispuestos a cerrar lo antes posible la salida de balón del contrario, sería una sorpresa.

Es conocido que la Real basa su éxito en su deseo de mandar siempre en los partidos desde la posesión y que no duda en frenar a su rival en cuanto pierde el balón para evitar las salidas en velocidad, algo precisamente que sabe hacer bien el Athletic a través de los hermanos Williams. Si añadimos que los rojiblancos son uno de los equipos de la Liga que más y mejor presiona en campo contrario, se entiende que el derbi promete ser trabajado. Los destellos de calidad de uno y otro serán decisivos a la hora de desequilibrar el choque.

A priori, Valverde mantendrá el grupo que estuvo cerca de la victoria en el duelo del lunes contra Osasuna. Los problemas físicos de Iñigo Martínez le vuelven a dejar fuera de una defensa muy bien sostenida por Yeray y Vivian, mientras que el buen partido de Zarraga en el centro del campo le hace merecedor a repetir titularidad junto a Vesga. Por delante, parece que Muniain aguardará de nuevo su oportunidad en el banquillo mientras la duda estriba en conocer si Guruzeta se mantiene en punta o si Valverde apuesta por Iñaki Williams como '9,' con Berenguer por la izquierda y Nico por la derecha.

En el caso de la Real Sociedad, Imanol tiene muy definido su bloque mientras mantenga la salud de sus principales estrellas. En los últimos partidos ha apostado por Aritz Elustondo en el lateral derecho, mientras Zubimendi es indiscubible por delante de la defensa. Es la pieza más retrasada de un cuarteto que completan Merino, Brais Méndez y Silva, tres futbolistas por donde pasa todo el juego y a quienes el Athletic deberá cerrar las puertas. Si logra dejarles sin protagonismo y que Kubo y Sorloth tengan bajones, los rojiblancos habrán dado un gran paso en su empeño por ganar el derbi.