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Una de las consecuencias directas de la filosofía del Athletic es la estabilidad de su plantilla, que apenas varía de una temporada a otra. Como consecuencia de ello, los resultados del equipo tampoco fluctúan demasiado. Puede ocurrir que los rojiblancos pasen de disfrutar un año ... en la zona noble de la tabla a caer a la carbonera al siguiente, pero esas convulsiones son muy raras y casi siempre han estado vinculadas a la pérdida de algún jugador importante o, sobre todo, a un cambio de exigencia en el calendario.
Como esto último es lo que ha producido esta temporada con el regreso del Athletic a las competiciones europeas tras seis años de dolorosa ausencia, había mucho interés en saber cómo responderían los de Valverde, si serían capaces de sostener el nivel del curso anterior. La respuesta definitiva a esta pregunta, por supuesto, llegará a final de temporada, pero hasta entonces podemos ir obteniendo algunas respuestas parciales, sobre todo si son tan curiosas e interesantes como la que nos ocupa. Y es que en estas once primeras jornadas el equipo de Valverde ha calcado los resultados de la pasada campaña. La coincidencia llama la atención. Ha sumado los mismos puntos (18) y lo ha hecho de la misma manera: tres victorias, dos empates y una derrota en casa y dos victorias, un empate y dos derrotas a domicilio.
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Las similitudes no se terminan ahí. Alcanzan a otra cuestión importante que son los goles. El balance de los rojiblancos es el mismo (+6 a favor) y está conseguido casi de la misma manera. De los 18 goles a favor y 12 en contra de la pasada temporada se ha pasado a un 17-11 en la actual. Por otro lado, el gol sigue estando muy repartido en el Athletic, donde no hay un jugador que aglutine un porcentaje muy alto de las dianas, como por ejemplo Lewandovski en el Barça (casi un 38%). Si el curso pasado, a estas alturas del guión, hasta diez futbolistas rojiblancos ya se habían estrenado en la portería rival ahora son nueve los que lo han conseguido.
Estas coincidencias, por supuesto, son una magnífica noticia. Y no sólo teniendo en cuenta que no era nada fácil replicar los resultados de la temporada 2023-24. Al fin y al cabo, estamos hablando de un Athletic brillante que acabó en quinta posición y que, además, ganó la Copa cuarenta años después. El mérito añadido es que lo ha conseguido llevando encima lo que podríamos llamar la mochila europea. Y llevándola, además, con la gracia de un montañero en forma: dos victorias y un empate en los tres partidos disputados ante la Roma, el AZ Alkmaar y ese hueso tan duro de roer que fue el Slavia de Praga.
Con todo esto, el Athletic está consiguiendo ya algo muy importante, que no es otra cosa que poder disfrutar con tranquilidad de la Europa League, cuyo siguiente compromiso será el próximo jueves (18.45 horas) en Bulgaria contra el Ludogorets. Porque es evidente que el equipo de Valverde corría el riesgo de tener que disputar la competición continental sin poder disfrutarla, obligado a mirar de reojo, con la aprensión de una amenaza, su clasificación en la Liga. De hecho, tras las cuatro primeras jornadas, saldadas con sólo cuatro puntos, esa preocupación era evidente antes del viaje a Las Palmas, donde los rojiblancos empezaron a despegar.
En lo que queda de 2024, al Athletic le quedan por jugar ocho partidos de Liga –acabará la primera vuelta contra Osasuna el 22 de diciembre– y tres de Europa League: Ludogorets, IF Elfsborg (28 de noviembre) y Fenerbahce (11 de diciembre). Seguir el ritmo de la pasada temporada no va a ser fácil para los pupilos de Valverde. Más bien al contrario. Y es que pusieron el listón muy alto. Basta con recordar que acabaron la primera vuelta con 38 puntos, en cuarta posición. Las cuentas son fáciles de hacer: para seguir calcando los resultados del curso pasado al final de la primera vuelta los rojiblancos tendrían que sumar veinte puntos en ocho jornadas (un 83%). Una heroicidad, vaya, teniendo en cuenta que en las once disputadas llevan un 54,5% y que tendrían que hacerlo además jugando tres partidos europeos entre semana. Bien mirado, no tiene mucho sentido pedirle al Athletic un acelerón semejante. Con que mantenga su ritmo actual en la Liga y sus resultados en la Europa League parece más que suficiente.
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