Las aventuras del Athletic en Europa: la visita a Pío XII, el «pesao que eres un pesao» de Koldo Aguirre, la espantada de Kendall...

El Athletic regresa a Europa seis años y medio después de que se despidiera en el ya lejano marzo de 2018 con una triste derrota ante el Olympique de Marsella en San Mamés. Solo en el periodo 1957-1964 había pasado tanto tiempo alejado de las competiciones continentales, de las que el Athletic puede considerarse un habitual. Han pasado sesenta y nueve años desde su debut en la vieja Copa Latina, antecedente de la Copa de Europa. En esas casi siete décadas, los de San Mamés han participado en 31 ediciones de los distintos torneos europeos. Los han conocido todos: Copa de Europa, Copa de Ferias, Recopa, Copa de la UEFA, Champions League y Europa League. Incluso han llegado a participar en una Intertoto de infausto recuerdo.

Dos finales continentales jalonan el historial internacional del Athletic. En sus vitrinas solo falta ese título que en 1977 rozó con la punta de los dedos; cayó ante la Juventus por el valor doble del gol que marcó Bettega en San Mamés y el sibilino arbitraje de Linemayr. La final de 2012 frente el Atlético de Madrid fue otra cosa; el Athletic fue un equipo irreconocible en aquel partido de Bucarest.

Antes de que L'Équipe inventara en 1955 la Copa de Clubs Campeones Europeos, que ese fue el nombre oficial de la que conocimos como Copa de Europa, ya se disputaba desde 1949 la Copa Latina y desde mucho antes, 1927, la Copa Mitropa. En la primera competían los campeones de Portugal, España, Italia y Francia. En la segunda se daban cita los campeones de Europa central e Italia.

La primera experiencia internacional del Athletic se remonta a 1902, cuando disputó un amistoso contra el Burdigala francés. Pero no fue hasta 1956 cuando los leones debutaron en una competición oficial. El honor le tocó al equipo que hizo el doblete de la temporada 1955-56. Nada más ganar la final contra el Atlético de Madrid, viajó a Milán para participar en la Copa Latina en su condición de campeón de Liga. Ganó al Niza, 2-0, con goles de Markaida y Eneko Arieta, pero perdió la final contra el equipo local por 3-1.

De aquel torneo quedó memoria grabada en mármol. Desde Milán, el Athletic se desplazó al Vaticano, donde fue recibido por el Papa Pío XII. El discurso del Pontífice, grabado en una placa de mármol, recibía desde entonces a quienes acudían al palco de honor del viejo San Mamés.

Aquel Athletic campeón debutó al año siguiente en la recién nacida Copa de Europa. Oporto fue el escenario del estreno, con victoria rojiblanca por 1-2, Piru Gainza marcó a los nueve minutos el primer gol y Canito hizo el segundo en el tramo final. Los de Daucik también ganaron en la vuelta en San Mamés, esta vez por 3-2. El histórico Honved de Puskas, Albert y Vargas fue la segunda víctima de los leones, tras ganar por 3-2 en La Catedral y empatar a tres en el estadio Heysel de Bruselas, donde el Honved jugaba como local por la situación política de Hungría.

El que pasó a la historia como el partido de la nieve fue el cénit de aquella primera Copa de Europa rojiblanca. El Manchester United cayó por 5-3 en una catedral blanca, pero acabó con la carrera europea del Athletic con un rotundo 3-0 en Maine Road. Apenas doce meses después, aquel extraordinario United de Matt Busby quedaría deshecho en la catástrofe aérea de Munich.

Siete años tardó el Athletic en regresar a Europa. Lo hizo en la Copa de Ferias, nacida dos semanas después que la Copa de Europa, y que estaba reservada para los equipos de ciudades europeas que albergaran Ferias de Muestras internacionales, como era el caso de Bilbao y el Athletic.

El Athletic llegó hasta los cuartos de final en la temporada de su debut en esta competición. Tras eliminar al Belgrado y al Amberes, aquel equipo dirigido por Barrios, en plena transición tras los éxitos de la década anterior, necesitó un tercer partido de desempate para superar a los escoceses del Dunfermline, pero acabó cayendo, también en un tercer partido, ante el Ferencvaros húngaro.

La moneda al aire sustituyó poco después al tercer partido como método de desempate. La FIFA no establecería el lanzamiento de penaltis hasta 1970.

Y la moneda al aire clasificó al Athletic en la primera eliminatoria de la Copa de Ferias de la 68-69 ante el Liverpool en Anfield Road. Los entrenados por Gainza habían ganado 2-1 en San Mamés, y cayeron por idéntico marcador en la vuelta. Argoitia adelantó al Athletic pero la resistencia de la defensa del Athletic liderada por un Iribar heroico acabó cediendo en el minutos finales. Después de una prórroga agónica llegó el lanzamiento de la moneda, en realidad una chapa metálica verde por un lado y roja por el otro. Koldo Agirre eligió rojo, pero el capitán del Liverpool Yeats, exigió el mismo color alegando que le correspondía porque era el del Liverpool. Koldo, un hombre templado hasta en los momentos de mayor tensión, reaccionó fiel a su estilo. «¿Quieres rojo?, pues rojo para ti, pesao, que eres un pesao». Salió verde y Piru Gainza lo celebró en solitario en el vestuario. «Me metí en la caseta y supe que habíamos ganado porque de repente el campo se quedó en silencio».

Las finales ganadas al Elche en 1969 y al Castellón en 1973 dieron al Athletic los billetes para las dos únicas Recopas que ha disputado, ambas de muy corto recorrido. No superó al Manchester City en la primera ronda de la edición 1969-70 y cayó en la 1973-74 ante el Beroe Stara Zagora búlgaro tras superar al Torpedo de Moscú en una primera eliminatoria en la que el viaje a la capital de la URSS fue casi más noticia que el propio partido.

Para entonces la Copa de la UEFA ya había ocupado el lugar de la Copa de Ferias, y en su segunda participación en el nuevo torneo el Athletic, dirigido por Koldo Agirre, rozó la gloria tras eliminar sucesivamente al Ujpesz Dosza, Basilea, Milan, Barcelona y Racing White. Para la historia quedó el penalti provocado por Rojo y transformado por Madariaga en el minuto 88 del partido de vuelta en Milan, y los goles dos goles de Irureta al Barcelona de Cruyff en el Camp Nou.

La derrota por la mínima en la ida de la final ante la Juventus abría de par en par las puertas de la esperanza, pero la noche más vibrante de la historia del viejo San Mamés acabó siendo la más frustrante que se recuerda. Nunca estuvo el Athletic más cerca de la gloria internacional y nunca lo mereció tanto como aquel extraordinario equipo que armó Koldo Agirre, uno de los mejores de la historia.

También se recordará siempre el equipo de Bielsa que muchos años después, en la temporada 2011-12, volvió a alcanzar una final continental. Eran otros tiempos y otro formato, con fase de grupos y eliminatorias posteriores. Fue un largo peregrinar in crescendo con estaciones inolvidables como la de Old Trafford o noches vibrantes en San Mamés como la del Sporting de Portugal, antesala de la final perdida ante el Atlético de Madrid. La historia de 1977 se repitió punto por punto y el Athletic volvió a perder dos finales en la misma temporada.

Más de doscientos partidos en Europa dan para muchas historias, alegres y tristes. Una de las noches europeas más negras la sufrió el Athletic en Turín, ante la Juventus, el equipo al que se ha enfrentado más veces, tres, en competición continental. En realidad, lo que sucedió aquella noche infausta en el viejo Comunale solo fue la consecuencia de lo que ha había ocurrido horas antes. Prácticamente con el equipo en el avión, Kendall anunció al club su intención de aceptar una oferta del Newcastle. A duras penas los buenos oficios del gerente Fernando Ochoa consiguieron que el entrenador embarcara aplazando unas horas su despedida. Pero a lo largo de la tarde la noticia trascendió en los medios ingleses y para cuando el Athletic llegó al campo para el habitual entrenamiento de la víspera, el incendio ya se había desatado y el partido quedaba en un segundo plano. Un equipo en shock cayó con estrépito, 5-1, ante una Juventus liderada por Laudrup y Rui Barros. Fue la peor derrota internacional del Athletic.

Pero el fútbol siempre ofrece una revancha y aunque tuvieron que pasar unos cuantos años, el Athletic pudo resarcirse de alguna manera. Con Valverde en el banquillo y un 'hat trick' de Ezquerro, los rojiblancos endosaron un inesperado 1-7 al Standard de Lieja. La goleada ante uno de los clásicos del fútbol belga despertó la ilusión, que el Austria de Viena se encargó de cortar de raíz en el siguiente trámite.

El equipo de Bielsa también estableció otro marcador rotundo, 6-0, con Aduriz y Susaeta marcando pares, ante el modesto Helsinki en la fase previa, pero no consiguió superar la fase de grupos.

El Athletic ha participado en cinco ediciones de la máxima categoría europea, bajo sus dos denominaciones, Copa de Europa y UEFA Champions League. Aunque en el plano deportivo su papel no ha pasado de discreto, también ha habido momentos para el recuerdo. Además del ya comentado partido de la nieve contra el Manchester United, San Mamés disfrutó de otra noche europea que ha quedado grabada en la memoria colectiva. El próximo sábado se cumplirán cuarenta y un años del partido de vuelta de los dieciseisavos de final contra el Lech Poznan, disputado apenas horas después de que el Comité de Competición hiciera pública una sanción de dieciocho partidos a Andoni Goikoetxea por la lesión de Maradona. Goiko marcó el gol que abrió la goleada en una noche en la que las emociones estuvieron a flor de piel en la grada y en el césped.

Mñana el Athletic regresa a Europa, un territorio que conoce bien. En el Olímpico jugará su partido número 203. De los que jugaron el número 202 solo quedan Yeray, Iñaki Williams, De Marcos, Lekue, Vesga y Núñez. A una nueva generación le toca empezar a escribir la nueva página en blanco que se abre en el libro de historia rojiblanco.

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