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Joaquín Meltell (67 años) era un niño de cuatro cuando su padre, hincha rojiblanco, le llevó el 26 de abril de 1959 a ver el único partido que ha jugado el Athletic en Elda, que acabó 0-3 (dos goles de Mauri y uno de ... Artetxe). Aquel día el mítico Piru Gainza entregó a Paco Grande, capitán del equipo local, un escudo conmemorativo. El presente rojiblanco a los alicantinos tiene un valor añadido además del paso del tiempo. Aquel fue el primer partido de Copa de los rojiblancos tras ganar el curso anterior la final de los 'Once aldeanos' en el Santiago Bernabéu.
Cuarenta y dos años después de aquel partido jugado en el desaparecido campo eldense de El Parque, Meltell regentaba un bar en el que fundó una peña del Athletic en Elda, llamada Idella, el nombre de la ciudad bajo la dominación musulmana. Conocía a un directivo del club local y un día, para su sorpresa, un hermano del dirigente cruzó la puerta del establecimiento y le entregó una bolsa con el banderín en el que se lee «Atlético de Bilbao (nombre que la dictadura franquista obligaba a emplear al club) al CD Eldense» y la fecha 26-4-59.
«Lo sacó de las oficinas del Eldense. Me lo regaló. 'Lo único que te pido es que lo guardes y que lo cuides', me dijo», explica en la sede de la peña Petrer y Elda, dos ciudades pegadas calle con calle y que entre ambas suman 87.000 habitantes, 35.000 y 52.000 respectivamente.
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Meltell cumplió el encargo. Colocó el banderín en un precioso marco blanco que luce en un lugar de honor en su casa. Pero este jubilado de 67 años lo pasa mal para llegar a final de mes. Muchos años sin cotizar en el taller de calzado de su padre y otros como autónomo en la hostelería. Dice que apenas le quedan 700 euros. «Con la jubilación que me han dado no me llega a final de mes», lamenta. «Me daría pena desprenderme de él, pero de la pena no se vive», sentencia. ¿Y el precio? «Es cuestión de hablarlo».
Ya intentó venderlo hace diez años. A través de internet. «También estaba tocado económicamente», evoca. Pero no encontró respuesta. «Lo hice mal». Peñista rojiblanco desde hace más de veinte años, lamenta no haber podido ir nunca a San Mamés. «Mi situación económica no me lo ha permitido, pero estoy a la espera de que la peña organice algún viaje porque antes de morirme quiero pisar el campo y Lezama».
Meltell no recuerda el partido del banderín. Sí lo hace Salvador Cambronero, uno de los socios fundadores de la peña, que entonces tenia 13 años y que aún se ve subido en las ramas de una acacia para ver el partido. «No tenía dinero para ir al campo».
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Hoy aquellos dos niños verán de nuevo al Athletic en su ciudad. Como entonces, hay una gran expectación. El campo estará abarrotado y Meltell y Cambronero tendrán una apretada agenda con sus compañeros, que arranca con una comida para cuarenta personas en la sede de la peña. «Ver de nuevo al Athletic en Elda es un sueño que pensábamos que no se iba a producir nunca», coinciden al despedirse.
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