Un Athletic con sueldos de Champions

El presidente Josu Urrutia está renovando a figuras más relevantes del equipo, al igual que a la clase media y baja, y todavía le quedan unos cuantos rojiblancos a los que fidelizar antes de convocar las elecciones anticipadas, que salvo sorpresa se celebrarán a finales de esta campaña. El deustoarra rompió la hucha hace un par de años con Laporte, quien tenía apalabrado su pase al Manchester City y en el último momento dio la espantada y aceptó la propuesta del club bilbaíno. El central francés está en 4,5 millones anuales y ahora comparte la atalaya de los mejor pagados con Kepa (4,6) y Williams (4,2), gente que ha inaugurado una nueva era en el Athletic. Es la nueva generación de futbolistas que bate todos los récords de remuneración y que anuncia una etapa distinta en la que será necesario afrontar desembolsos millonarios para retener a las piezas más valiosas y prometedoras del equipo.

Y es lo que ha hecho el Athletic con Laporte, Williams y Kepa, tres jugadores jóvenes e importantísimos en la plantilla que de momento no son internacionales absolutos indiscutibles -el francés directamente no lo es y los vizcaínos se han estrenado- y que todavía tienen que demostrar que son futbolistas de primer orden, al nivel de los mejores, como sus nóminas. Porque ningún club de la zona media-alta de la Liga paga a sus estrellas lo que generosamente abona Ibaigane a sus tres perlas. Ni siquiera equipos como el Sevilla o el Valencia, donde los salarios ‘top’ son de gente como Banega y Parejo y se sitúan en torno a 2,5 millones. Por ahí también anda el valencianista Kondogbia y el sevillista Jesús Navas, asiduo de ‘La Roja’, está por debajo de los dos. Resulta imposible encontrar a un equipo que paga más de cuatro millones a sus hombres franquicia, al margen del Madrid, Barcelona y Atlético.

En estos tres clubes rigen otras reglas y se mueven en mundos paralelos y muy distintos al del resto de los mortales. Messi está por encima de los 30 millones, Cristiano se mueve en unos 21, Luis Suárez anda en torno a los 16, Griezmann cobra 14, cifra que ronda también Diego Costa, y Koke está en 12, por no hablar de los Ramos, Kroos, Bale, Piqué, Iniesta, Busquets... Eso sí, todos ellos son estrellas mundiales con muchos galones en sus hombreras y vitrinas llenas de títulos. El mercado y la burbuja del fútbol han creado este escenario, en el que el Athletic también se ve obligado a competir y afrontar desembolsos fuertes para retener a sus figuras.

En cuanto a los porteros de la Liga, solo hay dos que ganan más que Kepa Arrizabalaga. Y no mucho más, porque tanto Jan Oblak (Atlético) como Ter Stegen (Barça) perciben unos cinco millones al año. El madridista Keylor Navas está ligeramente por debajo de los cuatro y podría decirse que está colocado en la clase media-baja de la tabla salarial del vestuario ‘merengue’. Evidentemente, el Athletic está obligado a garantizar la continuidad de sus mejores hombres y el guardameta ondarrés lo es, por lo que solo le quedaba hacer un gran esfuerzo o resignarse a su marcha. En esta ocasión, Urrutia ha sabido aguantar el tirón, ser generoso y aprovechar la indecisión del Madrid para rematar la jugada con una gran oferta.

Está claro que se avecinan nuevos tiempos y que los precedentes están sentados. ¿Qué significa esto? Que si mañana aparece un nuevo Guerrero, o Kepa, o Aduriz, o Laporte habrá que ofrecer al chaval todo lo que pide porque si no se lo darán en otro sitio. El 67,5% del presupuesto confeccionado para este curso está destinado a la plantilla (68,8 millones) y esta cifra irá en aumento. Mantener a los mejores costará cada vez más, en dinero y años.