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Homenaje. Un momento de la concentración frente al Ayuntamiento de Ermua. Ignacio Pérez
Es triste, pero nada va a cambiar

Es triste, pero nada va a cambiar

La violencia no deja de ser vista como una inclemencia climatológica aparejada al fútbol

Sábado, 24 de febrero 2018, 01:07

Ayer fue el día de la indignación ciudadana y de las declaraciones de condena de los políticos y los dirigentes del fútbol. A ninguno de estos se le dejó de escuchar. Tampoco a los tertulianos de guardia, faltaría más. Todos sabemos cómo esta gente sale ... en tromba, con unos automatismos que parecen llevarlos en los genes y serían el sueño de cualquier entrenador, en este tipo de situaciones en las que el aplauso a sus palabras resulta instantáneo. Todavía hoy, cuando lean estas líneas, y mañana también, con el regreso del fútbol a San Mamés, los incidentes del jueves y la muerte de Inocencio Alonso nos seguirán golpeando. Imagino que se guardará un minuto de silencio en todos los campos y que la gente de bien sentirá de verdad lo sucedido e, íntimamente, mandará sus condolencias a la familia del ertzaina fallecido. Llegaremos de este modo al lunes y al martes, y luego al miércoles, el tiempo seguirá su curso inflexible, y mucho me temo, ojalá me equivoque, que ocurrirá lo de siempre: que esta tragedia no cambiará nada.

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