El Athletic firma su cuarta remontada seguida con Marcelino

El Athletic tiene su hoja de ruta y la cumple sin importar las dificultades con las que puede encontrarse por el camino. ¿Que se adelanta? Bien. ¿Que empieza perdiendo? También bien. Nada altera sus constantes vitales, muy acompasadas con las de Marcelino. El Alcoyano empezó fuerte, avisó con un remate al palo nada más comenzar y se puso por delante en el minuto 39 gracias a un libre directo transformado por Carbonell, quien contó con la inestimable ayuda de Ezkieta. Pero los rojiblancos lo sintieron como un rasguño. Estaban convencidos de que acabarían ganando la eliminatoria.

¿Qué hicieron? Varias cosas: Marcelino tuvo que meter a casi todos sus pesos pesados -Raúl García, Muniain, Williams...- para resolver un encuentro que se le atragantó a la segunda unidad, de nuevo inoperante; elevar el ritmo de su fútbol y ponerse el mono de trabajo; confiar en lo que se hace. ¿Resultado? El mismo que se obtuvo frente al Barcelona en la final de la Supercopa, contra el Ibiza en la Copa y ante el Getafe en la Liga. Lo que tienen en común todos estos choques, el del Alcoyano incluido, es que los bilbaínos empezaron perdiendo los cuatro y los terminaron remontando. Una demostración de fe que les permite mantenerse enteros en la adversidad. Con Gaizka Garitano, el equipo solo había dado tres veces la vuelta al marcador en dos años. «Hay que saber sufrir», dijo anoche Asier Villalibre nada más terminar el encuentro. Más que sufrir, lo que se hizo fue talar el árbol con paciencia hasta hacerlo caer.

El Athletic se vio en desventaja por cuarta vez en 11 días y confió en la remontada. Lo hizo con dos goles de Villalibre y Williams, quien selló la clasificación en el minuto 78. Los rojiblancos empezaron a enderezar partidos torcidos contra el Barça en la Supercopa. Levantaron el marcador por dos veces -De Marcos empató a uno y el 'búfalo' a dos- para acabar ganando en la prórroga. Luego llegó el turno del Ibiza. Tras ir abajo en la primera parte (1-0), Raúl García y Nuñez cambiaron el desenlace del cruce en la segunda mitad. La historia volvió a repetirse en la Liga ente el Getafe, que se vio con un 0-1 para acabar goleado (5-1). Este jueves el guion se calcó en Alcoy.

Nada más acabar el partido, Marcelino se refirió a la capacidad de sus hombres de responder con contundencia cuando empiezan perdiendo. «Es evidente que creen en lo que están haciendo. Están convencidos de que el encuentro dura 90 minutos. Tengo ganas de ganar sin remontar. Es un esfuerzo físico y mental, que nos demuestra que la convicción del equipo es altísima. Me gustaría dejar la portería a cero -indicó-, que es un objetivo inmediato». La felicidad sigue siendo bicolor, roja y blanca, con un Athletic que con el triunfo ante el Alcoyano consiguió sumar diez eliminatorias y finales consecutivas ganadas, algo que no pasaba desde 1946. «Estamos francamente bien», constató el asturiano.