El uno a uno del Alcoyano-Athletic: Villalibre, el mejor

Ya en Ibiza dejó dudas con su actuación, no transmitió seguridad a sus compañeros... Y en Alcoy volvió a suceder y encima pudo hacer mucho más en el gol encajado por el Athletic. Sí, toca en un jugador bilbaíno, pero no resulta excusa. Debe mejorar.

No estuvo muy fino en la primera mitad, pero poco a poco se creció para dar una asistencia que permitió a Villalibre empatar el encuentro. Siempre mira hacia arriba, a veces con más fortuna otras con menos, pero siempre lo intenta el vizcaíno. Se reivindica. Providencial al corte.

El futbolista de Portugalete continúa en un estado flojo en labores defensivas, falló en un par de ocasiones, y sufrió una pizca con Mourad en punta. Subió a rematar casi todo, como el día de Ibiza.

A falta de Iñigo atrás, está Yeray. El futbolista de Barakaldo, en la semana que se estrenó como goleador, lideró la defensa, la zaga, y evitó algún sobresalto a Ezkieta. Buen partido del vizcaíno, que siempre está cumpliendo en los últimos duelos.

Mucho más cómodo en la segunda mitad, con Muniain por delante, que en la primera. Poco a poco, comenzó a mirar hacia arriba, creó peligro, se asoció con sus compañeros... Estuvo más flojo antes del descanso. Buena noticia su regreso.

Reapareció como titular después de que se lesionara en el derbi contra la Real. Puso cierto criterio en el centro del campo, hizo interesantes cambios de orientación de la pelota, pero en ocasiones le faltó bastante precisión. Se atrevió a lanzar desde fuera.

Cortó el juego del Alcoyano. Junto a Unai López en el centro del campo, le tocó proteger la línea defensiva, y lo hizo bien, no sin mirar de vez en cuando arriba e intentar algún pase en profunidad que, es cierto, no llegó a su destino. Correcto.

Mejoró sus prestaciones con respecto al pésimo encuentro firmado en Ibiza; sin embargo, no le sirvió para continuar en el campo más allá del descanso. Necesitaba remontar y Marcelino le 'sacrificó'. Se había fajado, había luchado, lo que no hizo hace una semana. Sin suerte.

Más bullicio que efectividad. El atacante vizcaíno, pegado a la izquierda, trató de crear peligro, romper a la zaga local, pero se encontró con que no era su día. Sustituido en el descanso porque el equipo, de nuevo, debía voltear el marcador. Debe dar un paso adelante.

Desaparece cuando sale por la derecha. Desde la llegada de Marcelino, ha pasado a esta banda en sus dos únicos partidos de titular, ambos de Copa, y poco aporta en esa posición. A veces lo intenta, presiona, pero no aporta tanto como en la otra banda. Se debe activar más.

Anotó una diana, y gracias a la presencia de Raúl García y Muniain, se sintió mucho más cómodo en la segunda parte. En punta, como referencia, anotó el empate y luego inventó peligro para sus compañeros. Se marchó por Capa, para amarrar el resultado.

Otra asistencia, otra vez salvador, de nuevo fundamental. Le llovieron las faltas.

De nuevo, su salida al descanso fenomenal.

Pocos minutos, pero gol y peligro.