Malestar en el vestuario por otro arbitraje que aleja al Athletic de Europa

El Athletic, que se jugaba Europa, tuvo una entrada discretísima en el duelo. Para agravar el panorama, Berchiche se lesionó y dijo probablemente adiós a la temporada. El antídoto que encontró el equipo rojiblanco estaba en la otra banda. Ander Capa volvió a marcar seis meses después.

El Athletic llegó al descanso con ventaja y veía reafirmadas sus opciones europeas, pero el Sevilla remontó, lo que deja a los rojiblancos a expensas de las meteduras de pata de la Real Sociedad y el Valencia.

Por fútbol, el cuadro de Lopetegui fue justo ganador, pero una vez más el arbitraje y la aplicación del VAR se convirtieron en protagonistas en San Mamés. Como sucedió ante el Real Madrid, los rojiblancos se fueron muy descontentos con las decisiones de Medié Jiménez. Mientras los sevillistas abandonaron el terreno entre abrazos y gritos de «vamos, vamos», los rojiblancos se fueron cabizbajos y con reproches al árbitro.

La primera jugada polémica llegó en el empate del Sevilla. Munir, que acababa da saltar al terreno, conducía por el borde del área. DaniGarcía salió a su paso. Adelantó una pierna, pero no le tocó. Munir protagonizó un 'piscinazo'.

Así se lo transmitió con gestos el de Zumarraga al colegiado. Dio igual. Ya había decidido y como no era una jugada que pueda ser revisada en el VAR, la decisión era inapelable. La falta la lanzó Banega desde la media luna y firmó un golazo. Dani García se vio de nuevo metido en una jugada polémica, después de ser protagonista negativo también en un penalti a Marcelo ante el Madrid. «Es una falta que puede pitar o no», interpretó Capa.

El lateral estaba caliente y siguió con el catálogo de agravios. Cree que en la jugada previa al 1-2 es objeto de una falta. «Es un centro que yo despejo. Me da la rodilla de Diego Carlos, pero desde el VAR dicen que no hay nada. No hay más que añadir».

Y hay otra jugada que molestó a los rojiblancos, un agarrón de Munir a Iñigo Martínez en el área sevillista con 1-2 y que no fue objeto de chequeo por el VAR. Y eso pese a verse con claridad que el atacante sujeta al central ondarrutarra durante varios metros mientras intenta desmarcarse en busca de un remate.

Sin embargo, en el VAR estaba Iglesias Villanueva, que es considerado por sus compañeros como el colegiado de la categoría que menos se pone en contacto con el árbitro de campo. Los rojiblancos pidieron a éste que mirara la jugada, pero no hizo caso alguno. «El penalti sobre Iñigo por agarrón es clarísimo», denunció Gaizka Garitano.

Capa resumió el sentir de la plantilla rojiblanca. «Estoy enfadado y un poco cansado de lo que a mí me parece tanta injusticia, pero tampoco quiero meterme en polémicas, sino en pensar ya en el partido de la próxima jornada», zanjó.

En el vestuario hay malestar porque se entiende que en el tramo clave las decisiones arbitrales les han perjudicado y que todas las jugadas dudosas se han resuelto en su contra. Las cuentas de los rojiblancos indican que deberían llevar cuatro puntos más de los que tienen, uno ante el Real Madrid (cuando no se pitó lo que entienden un penalti a Raúl García) y tres ante el Sevilla porque descuentan un tanto de los andaluces y se suman un penalti a Iñigo Martínez.