El alcalde tilda la actitud de las comparsas de «falta de respeto»

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha calificado este miércoles de «falta de respeto» la actitud de las comparsas durante el transcurso de Aste Nagusia. El regidor se ha referido así al escrache que sufrió este martes durante un certamen gastronómico en El Arenal. Decenas de comparseros se congregaron para abuchear a Aburto por la «violencia policial» en las fiestas. La sonora protesta duró una hora. Esta noche, además, las comparsas detuvieron la música en el reciento de txosnas durante diez minutos. Con ruido de sirenas y una intensa cacelorada, volvieron a denunciar la «violencia» de los cuerpos policiales.

«Llevo todas las fiestas pidiendo respeto. Y cuando lo pido, lo hago para todas las personas. Ayer (por este martes) no hubo una actitud de respeto», ha censurado Aburto desde el Hospital de Basurto, donde ha acudido para acompañar a Marijaia en la tradicional visita a los niños hospitalizados.

En este sentido, ha explicado que el Ayuntamiento ha recibido «multitud de quejas» porque el escrache de las comparsas impidió a la Banda Municipal dar el concierto que tenía programado a esa hora en El Arenal. «Creo que esas quejas deberían haber llegado a las comparsas», ha señalado. «Cada uno es dueño de sus actos. Cada uno a lo suyo. Nosotros a que la fiesta discurra por los cauces de alegría, diversión y respeto», ha zanjado el alcalde.

y es que las comparsas siguen en pie de guerra contra el Ayuntamiento. A los abucheos de este martes al alcalde de Bilbao en el concurso de tortillas, hay que sumar esta medianoche un sonoro parón de la actividad de las txosnas en el Arenal. Durante diez minutos, se propagó por todo el recinto festivo el fuerte sonido de las sirenas, mientras que los comparseros desplegaban pancartas contra la «violencia policial» al mismo tiempo que iniciaban una intensa cacerolada.

«Jazarpen polizialik gabeko jai askeak» («Por unas fiestas libres de agresiones policiales») rezaban algunas de las pancartas que se pudieron ver a lo largo y ancho del recinto festivo en contra del Gobierno municipal y la Policía Local. Tras diez minutos de parón reivindicativo, las txosnas retomaban su intensa actividad como cualquier otra noche de Aste Nagusia sin que, a cierre de esta edición, se produjeran incidentes reseñables.

El colectivo acusa a varios agentes «fuera de servicio» de orinar contra la txosna de Kranba y que, cuando se les recriminó su actitud, «una treintena» de policías locales que patrullaban por la zona «rodearon a golpes a las comparseras mientras los agresores iniciales huían». «Pertrechados con material antidisturbios, los policías rodearon, identificaron y retuvieron a las comparseras. Al llegar su abogado, no le dejaron acercarse a ellas. Lo que empezó como una disputa por un borracho se convirtió en un ataque al recinto festivo», aseguraban.

Los grupos también se quejan por la retirada de pancartas en apoyo a los manteros (en alusión al incidente de hace dos semanas cuando dos agentes detuvieron a un vendedor ambulante en la Gran Vía y una mujer pegó una patada al policía para impedir el arresto) y en favor del uso del euskera y contra la represión.

En medio de una sonora pitada en la protesta de la mañana, Aburto instaba a la sociedad bilbaína a reflexionar sobre «quién la representa realmente». De esta manera, eludía hacer una valoración sobre las acusaciones de las comparsas, al tiempo que se ha limitado a pedir «respeto» durante estas fiestas. «La Policía es un servicio público y por esta razón seguirá patrullando las calles de Bilbao», añadía.

• Temas
• Semana Grande de Bilbao