Sivera se pone a cien con el Alavés

«Cien años de historia y ahí estoy, el segundo», bromea el calagurritano, seguro de que el guardameta alicantino le superara en esa particular clasificación. «Si ha renovado es porque está a gusto y porque tiene la confianza del club. Me quedaré con el bronce», apunta entre risas.

La de Sivera en Vitoria es una historia de superación y mucha paciencia. «Siempre pensé que algún día llegaría mi momento», dijo cuando se anunció su renovación hasta 2027. Llegó el curso pasado, el del ascenso, después de cinco temporadas a la sombra de Pacheco. Es, de hecho, el futbolista que más veces ha sido suplente en toda la historia del club babazorro (160), por delante de otros cuatro cancerberos –Nico Ardouin (98), Juan Pablo (93), Kike Burgos (88) y Owono (70)–, Javi López (66) y Guidetti (56).

«Siempre se ha comportado bien cuando no jugaba y en los entrenamientos subes el nivel del que lo está haciendo. Y ahora que ha tenido la oportunidad ha demostrado que estaba preparado.», subraya Alfonso Subero, Tito, que defendió el arco vitoriano entre 1994 y 1999, un período que incluye dos ascensos, de Segunda B a Primera. Uno ha protagonizado Sivera, que cumple su séptima temporada en Mendizorroza, donde recaló en 2017 como una de las más firmes promesas del fútbol español.

«La temporada pasada le dio mucha confianza y eso es clave», apunta Tito. Una vez recuperadas en Segunda aquellas sensaciones juveniles, está cumpliendo con nota el examen de su consolidación en Primera, una categoría que conocía de refilón. Acumulaba doce partidos en cinco años, pero el portero riojano asegura que esa experiencia previa, aunque fuera desde el banquillo en su mayor parte, le sirvió para empezar con tranquilidad y rendir a «un nivel muy alto».

Es el veredicto de un exportero que se rinde a las últimas actuaciones del alicantino, un arquero que está dando puntos con manos salvadoras. «El día del Betis es uno de esos que estás tocado por una varita», recuerda. Le gustan sus reflejos entre los tres palos, pero Tito destaca, sobre todo, el juego de pies del guardameta albiazul. «En suelo y en volea. El 80% de las acciones de un portero ahora son con el pie, dar continuidad al juego».

Y la colocación. «Ha sacado unas cuantas por eso. Me hace gracia cuando dicen que le pega, ya sea en el pecho o en un hombro. Claro, te pega porque estás ahí, en su sitio, bien colocado, aguantas sin caerte». Colocación y confianza, insiste el riojano, que sabe de la importancia de una demarcación especial. «Defensivamente el equipo está bien y eso ayuda, pero es que cuando un portero transmite seguridad el equipo lo nota», concluye.