El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero
Panorámica desde una de las esquinas de Mendizorroza de un partido de Primera del Alavés con el estadio vitoriano casi lleno. Jesús Andrade

Deportivo Alavés

Siete años en el laberinto de renovar Mendizorroza

Desde el anuncio de un primer proyecto de ampliación a 32.000 espectadores en 2016, el estadio se ha instalado en una parálisis ya crónica tras la pandemia

Domingo, 31 de diciembre 2023, 00:30

Desde diciembre de 2016 el Deportivo Alavés ha vivido una final de Copa, un descenso a Segunda, el posterior ascenso inmediato y, además, su centenario. Pero si este tiempo ha sido prolífico en lo deportivo, no se puede decir lo mismo de un proyecto ... que se presentó entonces y que ahora sigue en el mismo estado: la mejora y ampliación de Mendizorroza. El estadio, que soplará las cien velas el próximo abril, vive atrapado en un laberinto de proyectos sin culminación, falta de entendimiento y dudas. Que el presidente albiazul hablase en la Junta de buscar «todo tipo de alternativas» para desenquistar la situación, ya sin descartar la posibilidad de construir un nuevo recinto en otra ubicación, escribió otro capítulo de una historia instalada en la parálisis.

Publicidad

La vida sigue igual en Mendizorroza. La atmósfera del estadio durante los partidos es envidiable, pero tampoco se pueden esconder los achaques de un campo en el que las goteras son las invitadas de cada invierno y que se ha quedado anticuado desde su última gran reforma hace un cuarto de siglo. Mendizorroza pide oxígeno, pero no encuentra la forma. El club llegó a exponer dos proyectos de ampliación -en diciembre de 2016 y marzo de 2019-, pero la irrupción de la pandemia pospuso, primero, y congeló, después, cualquier intento. El estadio ya no es la gran prioridad para el club, centrado en Ibaia y su complejo de Salburua.

El presidente albiazul confirmó en la Junta que el club baraja «todas alternativas»

En diciembre de 2016 el Alavés presentó el plan para que Mendizorroza estrenara imagen el año del centenario del club, 2021. Un recinto con capacidad para 32.000 espectadores, revestido por fuera de madera laminada y que incorporaba una zona de restauración. Era el plan estrella. «El Alavés nunca será sólido si no tiene infraestructuras», expresaba entonces en una entrevista a EL CORREO el propietario de la entidad, Josean Querejeta. Veía en el nuevo Mendizorroza «un proyecto de ciudad» que se traduciría en «un incremento de 30% de abonos y un aumento de ingresos» clave para estabilizar al club en la élite.

Cambio a 27.070 aficionados

Todo eran buenas palabras. Pero seguía faltando encontrar fórmulas para financiarlo. Así pasaron casi tres años. En marzo de 2019 el club dio a conocer una evolución del proyecto: un campo para 27.070 espectadores -ampliable a esos 32.000- y acabado esta vez con formas onduladas en su exterior. Pero mantenía la presencia de varias zonas VIP y una mejora considerable en comodidad y accesos. Entonces todas las partes llegaron a un acuerdo para sufragar los 54 millones de la obra: 32 a cargo del Alavés y 22 a repartir entre Ayuntamiento (8), Diputación (7) y Gobierno vasco (7). El plan era tener un campo nuevo para 2022. Pero el proyecto no avanzaba. Los permisos no llegaban, tampoco el acuerdo para renovar en 75 años la concesión del campo y los plazos se fueron dilatando.

El Alavés acordó sufragar 32 de los 54 millones que costaría la reforma

La explosión de la pandemia pospuso la culminación a 2024. Pero la realidad fue mucho más cruda. Todas las partes asumieron que las prioridades eran ya otras y las partidas para renovar Mendizorroza desaparecieron. Periódicamente todos recordaban la importancia de tener un campo renovado, pero el escenario permanecía congelado. Hasta hoy. Las conversaciones, según aseguran todas las partes, se han mantenido, pero el Alavés está ya en otro escenario. «Ahora estamos en un proceso de análisis y en cuanto tengamos definido cuál es el modelo que queremos lo plantearemos», apostilló el presidente en la Junta. «Nosotros respetamos esos tiempos», confirmó horas después la alcaldesa, Maider Etxebarria. «La Diputación está a la espera de lo que plantee el club», explicó el diputado general, Ramiro González. Mientras tanto, el sueño de un nuevo Mendizorroza sigue congelado en el tiempo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad