La celebración del gol y un intercambio de peinetas acabó con el desalojo de varios hinchas del Alavés en Sevilla

En ese momento, agentes de la Policía Nacional y guardas de la seguridad del Sevilla desalojaron a varios aficionados del Alavés. Fueron sacados de sus localidades y acompañados hasta el exterior del campo. «Los sacaron aleatoriamente, sin justificación alguna. La lió más la policía que nosotros», alega este hincha albiazul. «No hubo ninguna provocación, ni había pancartas, ni ikurriñas, ni nada. Ni siquiera había nadie de las peñas. Había varias familias, familiares de algún jugador y un montón de niños, desde bebés de 1-2 años a críos de 8-9 años y hasta 12. Muchos de ellos se pusieron a llorar y sus padres decidieron abandonar el campo voluntariamente», añade este vitoriano.

«Yo he ido a partidos donde hay borregos que van a liarla, pero eso no ha pasado en Sevilla». «Hay que ser muy paletos para no dejar celebrar un gol», agrega. «Durante el descanso hablamos con el delegado del Alavés, Lluis Codina, y le transmitimos nuestro malestar. No entendemos por qué nos han dado las entradas ahí a 200 aficionados del Alavés rodeados de 2.000 sevillistas». Al parecer, fueron las quejas de los espectadores sevillistas las que motivaron la intervención policial. «Se pasaron, no tiene justificación», añade enfadado este alavesista.

El propio Alavés ha emitido un comunicado sin dar detalles del incidente aunque se compromete a defender a su público. «El Deportivo Alavés está analizando los hechos acontecidos en la zona de la grada en la que estaban ubicados los aficionados albiazules durante el partido contra el Sevilla FC en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y llevará a cabo las gestiones necesarias para defender la seguridad y el trato a sus aficionados», reza la nota. El club seguía este sábado analizando lo sucedido y valorando los potenciales siguientes pasos a dar.

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La versión del Sevilla, a la que ha podido acceder este medio, habla de que siete aficionados albiazules fueron expulsados por hacer gestos ofensivos a aficionados locales. Tres de ellos, detalla, por simular una felación y cuatro por no querer sentarse y por insultar a hinchas hispalenses. Así, los siete fueron propuestos para sanción por parte de la Policía.