Sevilla 2-3 Alavés

El vértigo preside el resurgir del Alavés

Nada como cualquier partido del Alavés para comprobar que el fútbol es frenesí y también amplias dosis de azar. A un Sevilla de entrada mandón y con capacidad de superar el entramado albiazul y acumular ocasiones se le negó el gol. Incluido un larguero de Navas y varias oportunidades claras en veinte minutos arrolladores. A un cuadro vitoriano empujado por el 0-2 y notable en las combinaciones tampoco le alcanzó para romper el partido a base de llegadas claras. Y así, cuando el rival llevaba el viento en las velas tras el empate y se volcaba sobre Sivera, apareció el 2-3. Dos goles del cuadro vitoriano a balón parado (córners) y otro con cierta fortuna tras el remate de Kike García que rebotó en Salas. Así son las cosas. Lo que sucede en el área multiplica su valor y por tanto, suma puntos.

Cómo explicar uno de esos partidos que entran en la centrifugadora y lo mismo rompen el tambor de la lavadora que secan la ropa por completo. Luis García Plaza había introducido novedades significativas en el once inicial. Sobre todo Benavídez y Kike García, que merecieron la continuidad tras su buen papel en el choque copero ante el Betis y volvieron a cumplir con creces. También Carlos Vicente estrenó titularidad en la Liga y confirmó la confianza del técnico en sus posibilidades con un choque intenso. En el eje de la zaga Rafa Marín regresaba para formar dúo con Tenaglia. De central de emergencia a consolidación en el puesto para el defensa argentino, ayer goleador por oportunismo.

El Alavés le mete ahora cuatro puntos de ventaja al Sevilla. Aunque sea difícil de creer. La escuadra de Quique Sánchez Flores dejó detalles de su estado de ansiedad. Un arreón inicial y poco más de verdadera calidad. Suso, el más incisivo, resultó por momentos desequilibrante, pero el cuadro vitoriano funciona como una máquina bien engrasada. Limitada, pero siempre en marcha para las ayudas de los extremos a los laterales, para el trabajo coral de principio a fin. Un conjunto albiazul que ya rozó el 0-2 antes del descanso en un cabezazo de Kike García al larguero. Después el 0-3, con una ocasión muy clara de Rioja y alguna más.

Pero ya se sabe lo que hay en la máxima categoría. Tanto de Rafa Mir en una acción aislada y sufrimiento permanente. Acción desgraciada después de Benavídez y penalti de VAR. De esos que no tienen sentido futbolístico pero a cámara lenta son claros. Mariano coló su pierna en la trayectoria del despeje del uruguayo y 2-2 con el tanto de Ocampos. Pura rabia. Añadida a lo recordado en los descuentos ante Real Madrid y Real Sociedad. Pero esta vez no. El cielo se abrió para el cabezazo de Duarte tras prolongación de Samu y cayó un rayo de alegría. Para cerrar la dura etapa Girona, Real Madrid, Real Sociedad y Sevilla con cuatro puntos. Para soñar con que ante Cádiz y Almería puede llegar el despegue.