«Por el escudo que representamos»

En un contexto en el que solo las matemáticas se atreven aún a soñar con el milagro, el técnico apela a «la responsabilidad y la profesionalidad» para restaurar la imagen del equipo, muy dañada tras el calamitoso partido del sábado en Balaídos (4-0). «Por el escudo al que representamos y, por encima de todo, por los aficionados». Se puede perder. También descender. Lo tienen que hacer tres equipos. Pero las formas tienen su relevancia. «Lo principal es que el equipo sea competitivo. Vamos a hacer un gran partido para que, lo primero, la imagen del equipo sea la que tiene que ser», insiste Velázquez. «Lo demás», mantener alguna inverosímil esperanza de permanencia, «va de la mano».

Todo ello enmarcado en un ambiente de extraño velatorio en Mendizorroza. No es habitual apreciar grietas en la infinita lealtad de la hinchada albiazul, como ocurrió tras el fiasco de Vigo. «Es normal que la gente se sienta frustrada y decepcionada al ver lo que hicimos el otro día», asume Velázquez, que, en cualquier caso, confía en el apoyo de la grada. «Es una afición tan idílica que no nos va a pedir dar 35 pases seguidos y someter al rival, lo que nos van a pedir es esfuerzo, tabaco y sacrificio. A esta afición no se le puede pedir nada, solo agradecer».

Confía, sobre todo, en que el equipo sea capaz de merecer ese aliento. «No tiene que ser la gente la que se enganche, tenemos que enganchar nosotros a la gente, haciendo las cosas bien desde el principio». Y para ello la única clave es «dar desde el primer segundo la sensación de que el equipo está vivo, no va a dar un balón por perdido y se va a dejar la vida en cada situación dividida», precisa el entrenador.

En este escenario las novedades estrictamente futbolísticas pasan prácticamente desapercibidas, aunque sean importantes como el regreso de Duarte y, sobre todo, Escalante, uno de los jugadores albiazules más destacados desde su llegada en el mercado de invierno. A cambio, Velázquez pierde por sanción a dos habituales como Ximo Navarro y Edgar, que han formado en las cinco alineaciones diseñadas por el pucelano en el banquillo vitoriano. Apriori, continuidad Tenaglia en el lateral derecho y opciones para Jason.

La duda es Manu García, que se rompió en el peor momento, cuando por fin se había ganado, a buen nivel, la batuta del conjunto albiazul. Se perdió el partido de Vigo por una lesión muscular y el propio entrenador asume que es «imposible» que esté en el once ante el Espanyol. El centrocampista asturiano tratará de apurar sus opciones de estar en el banquillo, aunque también parece poco probable.

El Espanyol, con la permanencia virtual en el bolsillo y sin ninguna presión futbolística, ha pasado la semana envuelto en la polémica derivada de la suplencia de su delantero estrella, Raúl de Tomás, ante Osasuna. El ariete, autor de 15 goles, se perfila como titular en Mendizorroza. «Tenemos una relación fantástica y el tema ha quedado zanjado por las dos partes», despachó Vicente Moreno, que tiene las bajas de Pedrosa, Óscar Gil, Dimata y Keidi Bare y pierde para el duelo ante los albiazules al centrocampista Morlanes, que acabó con molestias el partido frente a los navarros. «Es desagradable estar en la situación del Alavés, nosotros nos jugamos quedar lo más arriba posible», concluye el técnico.