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El nuevo Mendizorroza deberá resolver cuestiones que nunca se le habían planteado para conseguir su ansiada ampliación. El estadio cuenta con limitaciones de espacio para crecer sin alterar el entorno de manera drástica. De ahí nace la ambiciosa apuesta de ondular su cubierta, para ... ganar volumen en vuelo y conservar en lo posible su envergadura al nivel de suelo. La inclinación que alcanzaría si creciera solo hacia arriba, sin embargo, haría inviable la reforma por motivos de seguridad. El proyecto, por lo tanto, sitúa el paseo de Cervantes y el bar de las piscinas, en el extremo opuesto, como barreras infranqueables, por lo que trata de ganar metros en las zonas en las que el trastorno es menor.
El plan del conjunto albiazul apuesta por que Mendizorroza aumente su envergadura a lo ancho; es decir, en las tribunas Principal y Preferente, además de coger vuelo en el fondo de Polideportivo. En este sentido, el estadio ocuparía una fila del aparcamiento, mientras que mantendría el acceso a las piscinas casi intacto, sin estrechamiento del paseo.
La mayor alteración se encontraría en la tribuna Principal, donde el nuevo Mendizorroza ocuparía el actual módulo de atletismo, la zona de vóley-playa y el solárium. El Alavés, no obstante, se compromete a reservar un espacio e incluso una dotación económica para mantener o mejorar las actuales instalaciones. Llegado el momento, el club coordinaría con el Departamento de Deportes del Ayuntamiento el nuevo emplazamiento, al igual que sucede con el solárium y las pistas de vóley-playa. En cualquier caso, los trabajos de refuerzo previstos para este verano no trastocan las dimensiones del actual Mendizorroza, por lo que los usuarios podrían utilizar las instalaciones con normalidad al menos hasta el verano siguiente, cuando la entidad deportiva confía en abordar la ampliación como tal.
La zona baja de la tribuna Principal cobra una importancia capital en el nuevo Mendizorroza. Será ahí donde el Alavés habilite un aparcamiento de unas 170 plazas, reservado para los espectadores VIP y, sobre todo, para acondicionar el estadio a todas las recomendaciones de seguridad de los organismos futbolísticos. Los servicios de emergencia y los autobuses de los dos equipos contarían con el espacio necesario para acceder a las entrañas del recinto, algo que ahora resulta imposible.
Durante la obra, que finalizaría en verano de 2022 según los plazos del club, los abonados no sufrirían grandes afecciones o reubicaciones. Eso sí, los niveles inferiores del estadio podrían perder algo de capacidad por la nueva estructura y las plazas que se habilitarían para aficionados con discapacidad o movilidad reducida. Más compleja será la sustitución de la cubierta, ya que el Alavés no descarta que se dispute algún encuentro sin ella al completo.
El Alavés necesita que el Ayuntamiento de Vitoria dé su visto bueno a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la herramienta urbanística de mayor rango, para poner en marcha la ampliación de Mendizorroza. Cualquier alteración en la volumetría del estadio debe ser aprobada por el pleno por mayoría absoluta (al menos 14 votos a favor). En este sentido, el conjunto albiazul confía en contar con el respaldo de PP, PNV y PSE para dar luz verde a la modificación. No obstante, también es consciente de que a día de hoy despierta rechazo en otros grupos, como Podemos e Irabazi.
El Departamento de Hacienda y Urbanismo solicitó a finales de enero un mayor grado de detalle en el proyecto del nuevo campo después de que el Alavés solicitara la prórroga de la concesión del estadio por 75 años. En la providencia, el Consistorio pedía al club que especificara las fases de la obra que requerían una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. El proceso que tiene en mente el Alavés, en este sentido, pasa por lograr la concesión hasta 2094 para proteger la inversión de la reforma de la estructura que planea realizar al final de la presente temporada. Y una vez modificado el documento urbanístico, comenzar con la rehabilitación integral a partir del próximo verano y hasta el inicio de la campaña 2022-23.
A pesar de que algunos precedentes no resulten demasiado alentadores para un proyecto de este calado, el Alavés confía en salvar el obstáculo del PGOU. En este sentido, algunos proyectos ambiciosos de la ciudad, como el Auditorio, se truncaron en esta fase. La mayoría municipal aprovechó esta votación para tumbar el plan de Alfonso Alonso de dotar a Vitoria del gran edificio diseñado por Juan Navarro Baldeweg en el Paseo de la Música, que se quedó sin ella.
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