Moya, Rioja, Sylla y Villalibre

Las caras del rejuvenecimiento albiazul

Buena racha ·

El acierto goleador en los últimos cuatro partidos ilustra el buen momento de un Alavés con una gama creciente de recursos

Lunes, 13 de febrero 2023, 01:10

Los datos son demoledores. En los últimos cuatro partidos, el Deportivo Alavés ha anotado doce goles y encajado apenas dos. Su pleno de puntos, que llega en el mejor momento de la temporada una vez superado el delicado cambio de año, se explica desde una ... plenitud compartida. Cada parcela del juego vitoriano vive su particular estado de gracia. Pero si algo destaca sobre todo es su enorme facilidad anotadora. El que durante varias fases del campeonato ha sido tachado de equipo algo falto de gol y que perdonaba en exceso es -junto al Albacete- el que más goles marca de toda Segunda, 35.

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La paternidad, de nuevo, es múltiple. Pero en esta explosión goleadora hay varios jugadores que sobresalen. Los que, desde hace varias jornadas, dejan su sello en casi cada partido con goles, asistencias o incluso ambos. No es de extrañar que en la goleada endosada al Zaragoza se dieran cita varios de ellos. Sylla, Moya, Villalibre y Rioja viven su particular momento de frenesí albiazul. Todos salvo el gernikarra arrancaron el curso en el equipo, pero solo el extremo andaluz era en la jerarquía estival un titular indiscutible. La aparición en las últimas semanas de nuevos perfiles, propiciada también por el acierto en el mercado, ha dotado de nuevos registros a un equipo que ya se ha olvidado de la escasez vivida en el primer tramo del curso.

12 Goles

ha marcado el Deportivo Alavés en sus últimos cuatro partidos, saldados todos con victoria

De entre todos, nadie suma más que Rioja. Es el jugador que se esperaba que fuera en Segunda. Líder decisivo en la categoría. Una vez superado el mercado invernal, su fútbol vive ya ajeno a cualquier posible distracción. Juega liberado y disfruta sobre el campo. Así, se ha convertido en artífice de la mitad de los goles en este póker de victorias. Tres dianas y otras tantas asistencias lo dicen todo. Con esa chispa es difícil de frenar. En ese impulso, sobre todo en los pases de gol, ha ayudado la llegada de Villalibre. El rematador que necesitaba. No es de extrañar que dos de los tres goles que lleva el delantero tengan una factura similar: centro del extremo desde la izquierda y certero cabezazo del punta. Todo es más sencillo si las piezas encajan.

Promedios de élite

Villalibre aún no se ha estrenado como titular. Luis García lo ha argumentado en base a varios motivos. Uno, que tras varios meses de escasa presencia todavía no es futbolista con el empaque físico óptimo para sumar durante los noventa minutos. Pero el técnico también apela a otra realidad: el nivel de Sylla tampoco invita a una sustitución del senegalés. Si su incidencia en el juego, sobre todo cuando el partido pide calma, es todavía intermitente, nada se le puede achacar en lo que, al fin y al cabo, se exige a los delanteros. Lleva dos goles en los últimos cuatro partidos y conserva un promedio envidiable. Marca un tanto cada 126 minutos; es decir, ve portería cada partido y medio.

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20 Minutos

minutos necesita Asier Villalibre para hacer gol

Toni Moya ilustra el cuarto eje. El de un futbolista con un rol secundario durante la temporada pero siempre cumplidor. A la sombra de Salva Sevilla, pero sumando cuando le tocaba. Su oportunidad como titular es un premio a esa constancia. A ella en las últimas semanas le ha sumado el acierto. Gol contra el Mirandés y asistencia para el segundo de Villalibre frente al Eibar. En La Romareda, saliendo de inicio, combinó ambas virtudes. Primero, para servir a Sylla un balón medido que abrió el marcador. Después, para convertir el segundo con una fina maniobra de delantero centro. En su mejor partido como albiazul, además, fue un certero guía con la pelota en tareas de creación.

A ellos se puede sumar la solvencia de Sedlar, de nuevo instalado como titular en el centro de la defensa, o el buen momento de un Duarte que volvió a dar en Zaragoza otra asistencia y que ya suma seis. Un Alavés con cada vez más nombres propios que ha pasado de ser una plantilla que rumiaba su escasez de piezas a una donde la línea entre titulares y suplentes es cada vez más fina en beneficio del colectivo.

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