Vitoria prevé «excepciones» a las rentas bajas en su plan para restringir el tráfico

El Ayuntamiento de Vitoria mantiene un optimismo moderado con el encaje de su Zona de Bajas Emisiones, que abarca el Casco Viejo y parte del Ensanche, ante esta delicada cuestión. El principal motivo se encuentra en que la base de su normativa es la «prioridad residencial». Es decir, que sólo vecinos, comerciantes y otros afectados podrán acceder a este perímetro, previa identificación. Primero, a principios de 2025, con independencia del vehículo que conduzcan. Será en 2027 cuando se añadirán los distintivos ambientales de la DGT y la OTA ambiental (más cara para los coches contaminantes). Sin embargo, esto no permitirá que un vecino de Zabalgana (por ejemplo) con un coche 100% eléctrico pueda atravesar ese área, sino que la etiqueta se añadirá al criterio residencial.

Este escenario escalonado implica que la normativa del Ayuntamiento podría verse amenazada dentro de tres años, cuando el impacto ambiental sea un criterio determinante. No obstante, desde el departamento municipal de Tráfico que encabeza el concejal Iñaki Gurtubai (PNV) señalan que hay previstas «excepciones» para las rentas bajas. Es decir, para evitar que la imposibilidad de acceder a un vehículo 'limpio' no sea el impedimento para circular por la zona. También incluye a comerciantes que estén cerca de su jubilación.

Esa exención a la hora de incorporar la correspondiente etiqueta por pertenecer a «grupos sociales de mayor vulnerabilidad» se detallará en la ordenanza que el equipo de gobierno (PSE-PNV) está elaborando, que fijará los «baremos económicos» que permitirán esquivar la normativa.

El argumento de que las familias con menos recursos pueden sufrir discriminación es precisamente el que ha puesto contra las cuerdas la medida diseñada en Madrid; para ser exactos, por la falta de informes que incorporaba el Ayuntamiento de la capital para medir el impacto de estas medidas en este segmento de la población. Pero no es el único golpe judicial que han recibido las Zonas de Bajas Emisiones; antes fue el turno de Barcelona, aunque apenas tuvo impacto porque la ciudad catalana modificó la norma antes de que la sentencia fuera firme.

No obstante, este posible 'match ball' que puede salvar el Ayuntamiento de Vitoria no significa que sea aceptada de buen grado por toda la ciudadanía. El RACVN (Real Automóvil Club Vasco Navarro) cree que el Casco Viejo ya funcionaba como una Zona de Bajas Emisiones por sus restricciones habituales, por lo que rechaza su ampliación a calles como Olaguíbel, Portal del Rey y todo el Ensanche peatonal. Además, creen que Vitoria ya tiene una calidad del aire «suficientemente buena» como para endurecer esta política. Con todo, la asociación se ha mostrado más beligerante en Bilbao y San Sebastián, donde ya ha advertido de que recurrirá a los tribunales.

En cualquier caso, Vitoria se encuentra en una fase de tramitación menos avanzada. Las líneas maestras marcan que sólo podrán acceder los vecinos y comerciantes que se inscriban en una base de datos, para evitar que las cámaras con lectores de matrícula que vigilan este perímetro detecten su presencia. También podrán librarse los turistas con alojamiento en el centro, los gremios y los repartidores.