Los conductores utilizan la Avenida San Prudencio para ir a Júndiz o acceder a la N-120. Blanca Castillo

Vitoria estudia impedir el atajo por Armentia para dirigirse a Júndiz

El departamento de Movilidad analizará los resultados de la campaña que arrojó más de 250 multas en el entorno y podría plantear medidas

Sábado, 3 de julio 2021, 02:48

Es complicado poner en orden las piezas del rompecabezas viario en el que se ha transformado la tranquila zona residencial de Armentia, ahora convertida en un atajo para aquellos conductores que quieren evitar otras alternativas más semaforizadas para acudir cada día a zonas ... industriales como el polígono de Júndiz o abandonar la ciudad por la N-102. En resolver ese puzzle trabaja el Ayuntamiento de Vitoria después de que en el entorno se interpusiesen en menos de un mes 286 multas en el marco de una campaña especial para captar el exceso de velocidad en las nuevas zonas 30 por el cambio de normativa de la DGT. El porqué de esta abultada cifra (las sanciones en el sur suponían más de la mitad de las 537 expedidas en 39 calles) lo estudiará el departamento de Movilidad y Espacio Público en la próxima mesa de trabajo en la que participan, entre otros, el servicio de tráfico, el CEA o Tuvisa. Encima de la mesa «se analizarán» los datos y podrían plantearse posibles soluciones.

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En ese sentido, desde el área que lidera el peneuvista Raimundo Ruiz de Escudero recuerdan que ya se han tomado medidas «más allá de las multas», como la instalación de nuevas señalizaciones. También se efectuaron modificaciones en la circulación. Pocos días después de que finalizase el 11 de junio el dispositivo de la Policía Local, el Consistorio prohibió el giro de la Avenida de San Prudencio, a la altura del hotel Jardines de Uleta, que permitía cambiar de sentido al tráfico y circular hacia Armentia o la salida de la ciudad. De esta forma, los conductores que provienen de Maite Zúñiga (la calle con más multas de toda la campaña, 156 en total) se ven obligados a dar un importante rodeo por debajo del paso que desemboca en la rotonda de la Antonia, desde donde acceden al Alto de Armentia y luego al enlace de la N-102 hacia Júndiz. También se colocaron nuevas marcas viales en el entorno, concretamente en Portal de Lasarte y Zumabide, para crear un «efecto óptico» de estrechamiento de la calzada para que los conductores pisen el freno.

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La sangría en forma de 'recetas' entre el 11 de mayo y el 10 de junio preocupa a los vecinos. Los residentes de zonas cercanas como el Batán no creen que cebarse con la cartera de los conductores sea la solución para reducir el constante flujo de coches y ralentizar la velocidad a la que circulan por una apacible zona verde de paseo frecuentada por 'runners', caminantes y familias. «Si hay tantas multas, quiere decirse que la información vial es insuficiente. De nada sirve que sea una zona 30 si el que va al volante no se entera. El vecindario también puede verse perjudicado por el exceso de multas», valoraba el representante vecinal Pedro Vicarregui poco después de que se conociesen los datos de la campaña de la Policía Local.

Ya antes de comenzar la campaña del mes de mayo, el Ayuntamiento trató de cortar ese atajo desde Armentia a Júndiz colocando bloques de hormigón en la rotonda oeste del Paseo de San Prudencio y en la circunvalación entre Bulevar de Mariturri e Ibaia. Finalmente, la Diputación exigió su retirada al considerar que su instalación era insegura y no estaba justificada.

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