Urtaran: «La decisión de no presentarme como candidato es compartida y consensuada»

Tranquilo y con tono sosegado, Urtaran ha negado que haya habido ninguna sorpresa y eso que sus anteriores declaraciones hacían entrever que no le hubiese importado repetir como candidato a la Alcaldía. Así que ha dedicado varios minutos a defender su entente cordial con Suso y por ende su fidelidad al 'partido' con el que dijo «siempre estaré». Además de insistir en su «relación fluida» con el presidente del ABB, asegura compartir con él «un objetivo común: el desarrollo de proyectos de ciudad». Y, en este sentido, juntos, según su versión, han acordado que «toca cerrar un ciclo». Como sociólogo que es, ha citado a Bauman y a su famoso concepto de la sociedad líquida y cambiante.

Urtaran ha recordado que lleva veintidós años de trabajo en el Ayuntamiento de Vitoria, primero como funcionario de Intervención Social, después como concejal en la oposición y los ocho últimos como alcalde. Y, como ha repetido hasta la saciedad el líder de los jeltzales alaveses, también comparte que ha llegado el momento de un relevo. Y lo ha justificado, como ya viene haciendo el ABB estos días, en un cambio en las cabezas de lista de las instituciones más representativas de Euskadi para dar paso a las mujeres. «Lo que había hasta ahora no representaba ni la ideología del PNV, ni de la sociedad vasca, ni de nuestra filiación en donde hay muchas mujeres y con mucho talento», apunta.

Según ha dado a entender no se irá de vacío. El PNV, apunta, «ha visto en mí el desarrollo de un perfil político interesante para otros quehaceres si se da el caso». Aunque no revela cuáles, diferentes fuentes apuntan a que podría encabezar la lista de Álava al Congreso de los Diputados. Prefirió no pronunciarse y tender la mano a Artolazabal, «que no va a ser candidata por ser mujer, sino por ser la mejor persona que puede representar a Vitoria en estos momentos», apostilla. «Tiene una empatía y cercanía con la gente que tiene muchos alicientes». Se ha referido asimismo al «vínculo muy estrecho» de la candidata, que ahora vive en Arrazua-Ubarrundia, con la ciudad y más en concreto con el barrio de Zaramaga, donde creció y en el que Urtaran aseguró que tuvo una «activa participación en su vida social y comunitaria». «Es la ideal», ha recalcado.

Ni una fisura en su discurso, durante el que ha bebido agua dos veces. En ese todo va bien no ha incluido el espinoso asunto de la encuesta del Gobierno vasco que valoraba a diputados y alcaldes de las tres capitales y en la que era el único que suspendía. Sí emula a Suso y se refiere a otro sondeo interno del partido elaborado por Gizaker y que dice que de haber ahora mismo elecciones el PNV volvería a ser la lista ganadora. «Yo no diría que ser el partido político más votado es tener una nota baja». En cuanto a su persona, asegura que en esa encuesta su calificación «es de un cinco para arriba».

Si el BEI, el 'apagón' comercial del centro o su enfrentamiento con los constructores por el suelo del Alto de Uleta le han pasado o no factura son cuestiones en las que no ha entrado. Tampoco en si dejará a su sucesor comprometidos proyectos estratégicos de ciudad como el diseño de la solución al tráfico en el Sur de la ciudad. Se ha limitado a decir que quedan meses de gobierno hasta junio de 2023, mes en el que debería ya estar funcionado la nueva Corporación que salga de las unas. «Queda carrete; no se van a desprender de mí. Voy a seguir trabajando con el mismo compromiso y motivación por la ciudad», zanja.

El alcalde no quería que la comparecencia de esta mañana pareciese una despedida pero reservó unos minutos a los agradecimientos. A su grupo municipal, a su equipo, a los funcionarios, a los tres presidentes del ABB que le eligieron (Iñaki Gerenabarrena, Xabier Agirre y José Antonio Suso), a los afiliados y a todos los vitorianos a los que ha tenido el «honor» de representar como alcalde. «Me siento muy querido, reconocido y ayudado por toda la filiación y por el presidente actual y por los anteriores».