En taxi o en coches de familiares... Así afrontan los alaveses la huelga de ambulancias

Al contrario que en huelgas anteriores, esta vez Rehabilitación está incluida como servicio mínimo, tal y como explicaba La Pau en un SMS enviado a las siete y media de la mañana a los pacientes afectados . Las consultas, aclaraba en el mensaje, no entraban. Y precisamente, el tema de los servicios mínimos decretados por el Gobierno vasco ha soliviantado los ánimos del comité de huelga, que los ha considerado «abusivos». De hecho, por la mañana los denunciaron ante la Inspección de Trabajo, ya que en su opinión «vulneran el derecho a la huelga» de los 1.700 técnicos de emergencias sanitarias que conforman este servicio en Euskadi, de los que unos 250 lo hacen en la red alavesa y cerca de 900 en la vizcaína.

Según explican portavoces de ELA y ESK, esta vez se ha convocado a trabajar a quienes se encargan de traslados a Rehabilitación, a los que llevan a pacientes a consultas de otras comunidades y los que transportan las altas hospitalarias. «Más del 95% de todo el transporte programado estaba de servicios mínimos», censuran. La empresa lo rebaja a un «70%». De hecho, portavoces de La Pau calculan que de los 1.700 servicios que debían cubrirse durante toda la jornada se han dejado de hacer unos 500, en su gran mayoría traslados a consultas. ELA por su parte denuncia también que la subcontrata ha incumplido con su deber de avisar con tiempo –«y de manera correcta, no por SMS»– a los trabajadores activados para servicios mínimos «por lo que muchas ambulancias no han podido salir», lamentó un delegado de la central. Por lo demás fue una jornada tranquila, sin sabotajes, y marcada por una manifestación conjunta en Bilbao.

Lo urgente y tratamientos ambulatorios de enfermedades graves como los oncológicos, las hemodiálisis, las transfusiones de sangre o los cardiológicos quedan siempre al margen de estas huelgas.

El transporte sanitario urgente y el programado está contratado por Salud con La Pau y Ambulancias Gipuzkoa. Los sindicatos piden la homologación de los trabajadores de las contratas al personal de Osakidetza y la recuperación del poder adquisitivo perdido en dos años, que cifran en un 17%. Además solicitan reducción de horas anuales, calendarios estables y mejoras de material y recursos técnicos.

Las dos partes llevan dos años de tira y afloja y la negociación saltó por los aires en octubre del 2023, cuando se plantearon las primeras huelgas. El paro total de ayer es el primero de cinco pero esta vez es indefinido. La patronal asegura haber ofrecido subidas de un 3% en 2022 y 3,5% en 2023 no consolidables y de un 3% en 2024. No hay acuerdo.

Ante este panorama, puede que durante la semana se repitan escenas como las de hoyr Pacientes afectados en los hospitales de Txagorritxu y Santiago de Vitoria recurrieron al vehículo privado o a los taxis adaptados para desplazarse a sus consultas, más por prevención que porque no fueran a contar con ese servicio. Así, se notó mayor demanda en las flotas de taxis. Los técnicos que cubrían los servicios mínimos dejaban claro que «la mayoría que estamos aquí, somos eventuales» y mostraron su apoyo a la huelga porque «todos los meses hay una lucha, si no es con un trabajador, es con otro, nos toman a pitorreo».