La reivindicación de subidas salariales centra el Primero de Mayo

Bajo el lema 'Subir salarios, contener precios, más igualdad', las centrales de Loli García y Raúl Arza se han manifestado conjuntamente por la capital alavesa. Con el apoyo de actores políticos como Ezker Anitza o el Partido Comunista y con varios centenares de manifestantes, los sindicatos han protagonizado otro Día de los Trabajadores donde las subidas salariales han vuelto a estar en el centro de las reclamaciones.

En línea con lo pronunciado por los responsables autonómicos en Bilbao, tanto UGT como CC OO se reivindican como centrales para las que la negociación es el principal instrumento para mejorar las condiciones en las empresas y para obtener logros también en el diálogo social como la subida del salario mínimo interprofesional o las mejoras en las pensiones.

Sin embargo, eso no ha quitado para que los dos sindicatos hayan coincidido en señalar que el conflicto también forma parte de sus herramientas. «Cuando no tenemos más remedio, nos vamos al conflicto. No tenemos ningún problema con salir a las calles a pedir conflicto o salarios», apuntaba Silvia Sánchez, responsable de Comisiones Obreras en el territorio.

Tras cerrar en el último año acuerdos importantes como el del metal de Álava o el tenso convenio de Mercedes Benz, los principales sindicatos no nacionalistas han coincidido en señalar a las profesiones feminizadas como las más necesitadas de un convenio en Álava. Mientras Silvia Sánchez señalaba sectores como la ayuda a domicilio o empresas concretas como Garbialdi -encargada de la limpieza tanto en Osakidetza como en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)-, Xuria Arza, de UGT, destacaba la situación de las residencias de mayores, donde denuncian que no hay convenio propio en Álava. «La diferencia entre un marco provincial y uno estatal es muy grande», ha indicado.

Sobre la reactivación de algunos acuerdos en la Mesa de Diálogo Social, en la que no están ni ELA ni LAB, Arza se felicitaba por los avances en ese órgano. En el futuro se vislumbra la semana de cuatro días, una propuesta que los ugetistas valoran como «interesante» porque «puede beneficiar a todas las partes».

Por su parte, LAB, ha salido también este Primero de Mayo por el callejero vitoriano. En su caso, con otro lema en clave salarial: 'Un mundo por hacer, repartir para transformar'. «Vivimos en un contexto difícil para la clase trabajadora: suben los precios, pero no los salarios. Y aumentan las necesidades de cuidados, pero no los servicios públicos para atenderlas», ha denunciado Igor Chillón.

El portavoz del sindicato, al igual que las centrales no nacionalistas, ha hecho una alusión directa a Osakidetza: «Después de lo que demostró la pandemia, en vez de fortalecer el sistema público de Salud nos plantean una asistencia sanitaria en diferido». «Utilizan diferentes pretexto, como la guerra en Ucrania, como excusas», ha reprochado.

Sin embargo, el tono en cuanto al papel de la movilización sí que ha diferido al de UGT y CCOO. «Los cambios no van a venir de una mesa negociadora, sino de la lucha», ha comentado en el discurso con el que se ha puesto punto final a la manifestación. Según los organizadores, 624 personas han tomado parte en la marcha que ha recorrido la capital alavesa desde la plaza del Tres de Marzo hasta la Burullería. Durante ese trayecto, se han podido escuchar proclamas en favor de la lucha obrera y el Primero de Mayo.

«La clase trabajadora debe articular y ejercer su poder para poner en el centro de la agenda política nuestras reivindicaciones. Salario mínimo de 1.400 euros por 30 horas semanales, sistema público de salud, educación y vivienda y pensiones de 1.080 euros», ha apuntado Maddi Isasi, secretaria feminista de LAB. Asimismo, ha pedido aumentar la presión por el 'triple reporto': «reparto del empleo, reparto de los cuidados y reparto de la limpieza» para conseguir un «cambio de paradigma» hacia un planteamiento más feminista.