Vitoria se empieza a recuperar mientras siguen cortadas varias carreteras alavesas

Para encontrar la raíz del problema que han vivido en el sur de la ciudad hay que mirar hacia la red de aguas pluviales, que se ha saturado. Y es que no sólo acarrea agua, sino también todo lo que arrastran los ríos (material orgánico como troncos y ramas), que han atascado los conductos. De hecho, los operarios de Amvisa han descubierto «dos troncos». Así ante este atasco, el agua ha empezado a salir a borbotones de las alcantarillas. En algunos puntos ha llegado a la altura de los tobillos, ha entrado en garajes y casas. Y ha provocado cortes de tráfico y del servicio de transporte público.

Desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde no ha circulado por esa zona el BEI, cuyo trazado discurre por la calle Salbatierrabide. El Ayuntamiento de Vitoria ha dejado fuera de servicio las paradas de Unibertsitatea y Salvatierrabidea y ha habilitado una ruta alternativa por las calles Zumabide y Maite Zúñiga. La afección al tráfico y al transporte urbano, que ha coincidido con la hora punta, ha trastocado por completo la rutina diaria de los vecinos. La Lehendakaritza ha amanecido rodeada de agua y las balsas han dificultado los accesos a los centros educativos de la zona (Nazareth, Virgen Niña, institutos Ekialde y Ciudad Jardín). Así que trabajadores de la sede de la Presidencia del Gobierno vasco han estado dando vueltas durante una hora por las calles aledañas intentando encontrar una entrada al edificio. «No sé por dónde acceder», relataba una empleada. A los trabajadores de la Dirección General de Osakidetza, cuya sede está en la calle Álava, han protagonizado escenas similares.

También se ha visto afectada la línea 8, que no ha hecho parada en Unibertsitatea en toda la mañana (hasta las 14.00 horas). El resto de líneas de los autobuses urbanos de Tuvisa han completado sus servicios sin problemas. La circulación en la calle Álava se ha reestablecido por completo sobre las tres de la tarde, aunque las brigadas de limpieza todavía tenían por delante horas de trabajo para eliminar el barro acumulado. Paralelamente, se ha reabierto la circulación a la entrada y salida de la ciudad por Arkaute.

Al norte de la capital alavesa, en Abetxuko, el Zadorra se ha expandido sin llegar a entrar en las calles de este barrio, aunque sí a las huertas municipales. En esta zona, se ha tenido que cortar el acceso a Foronda y la localidad de Yurre. A este pueblo no se espera que se abra el acceso por carretera hasta el miércoles, por lo que se han habilitado entradas alternativas.

En otros puntos del territorio histórico también se ha dejado notar la incesante lluvia. Durante la madrugada los Bomberos forales tuvieron que intervenir en Espejo, debido a que se inundó alguna calle y zonas de huerta. El Zadorra se desbordó, como suele ser habitual, en Víllodas y Trespuentes.

La Diputación de Álava ha mostrado su preocupación por la «situación complicada» que han vivido algunas carreteras de la provincia; por lo que la institución foral ha pedido «prudencia». Ha habido desbordamientos, desprendimientos y balsas que han afectado a una veintena de vías, sobre todo en Añana y La Llanada.

A las 22.00 horas de este martes, y «debido a la presencia de balsas de agua y/o desbordamientos de ríos» se encuentran cortadas al tráfico varias carreteras de la Red Foral. En concreto se trata de la A-3302 en Estarrona, A-3310 en Mimbredo, A-3322 en Tuyo, A-4302 en Margarita, A-4358 y A-4314 en Víllodas, A-4356 en Andagoia y A-4359 en Trespuentes.