Red Eléctrica invertirá 20 millones en Álava para dar cobertura al despliegue de las renovables

Redeia es una empresa fundamentalmente privada. Sin embargo, sus inversiones las fija el Gobierno central, que elabora planes quinquenales en los que establece dónde hace falta mejorar la infraestructura. Y en el plan actual, vigente hasta 2026, Madrid ha puesto su atención sobre Álava. Es por eso que Redeia plantea de aquí a dentro de dos años la intervención en cuatro de las subestaciones -así se les llama a estos nodos en el sector eléctrico- que conectan al territorio con las 'autopistas' por las que circula la energía de un punto a otro del país. Portavoces de la firma admiten a este periódico que parte de las inversiones en la provincia responden a la llegada de más proyectos de renovables.

El caso más evidente en el territorio es la subestación de Vitoria. Dotada con 13 posiciones para canalizar la energía, hasta ahora dos de ellas en esta infraestructura estaban sin uso y reservadas. Ahora Redeia va a invertir 764.000 euros en ocupar una de esas posiciones reservadas y la empresa señala que lo hace por «las necesidades derivadas de la transición ecológica». Esta iniciativa se encuentra en fase de tramitación; una vez consiga los permisos llevará un año hacer realidad el proyecto.

En esta misma infraestructura, sin embargo, hay un proyecto más ambicioso. Red Eléctrica tiene la intención de instalar en la subestación un nuevo 'statcom', un dispositivo que permite regular corrientes alternas y que va a suponer una inversión de más de 11 millones de euros por parte de la empresa gestora de las conexiones eléctricas según la memoria del proyecto. De acuerdo con este mismo documento la obra en este punto llevará dos años desde que se apruebe hasta que se culmine.

A este punto se suman otras dos ampliaciones. Desde Redeia se confirma que se ampliará otra subestación que funciona en Ali y otra en Júndiz. En la segunda, la propia empresa señala que hace falta ensanchar el enchufe del polígono industrial para «cubrir el crecimiento de la demanda en la zona de Vitoria». Por último, el plan de la compañía eléctrica pasa por levantar de cero una nueva infraestructura en el entorno de Barrundia.

El sentido de estas actuaciones no es baladí. La transición energética de la industria se escribe en megavatios en Álava. Los necesitará Mercedes cuando llegue la plataforma VAN.EA, los necesitará Basquevolt para producir baterías en Miñano y los necesitarán hasta los hogares, a los que la Comisión Europea ha empezado a enseñarles el camino hacia el fin de las calderas de gas.

Y hará falta producir más energía, ya que Euskadi apenas llega al 33% de lo que consume y sólo un 6% es renovable. Sin un sólo parque eólico o fotovoltaico desde 2006, ahora los proyectos se multiplican y lo hacen especialmente en Álava, que tiene en tramitación o funcionando 830 megavatios de potencia renovable en grandes proyectos, a los que hay que sumar pequeñas iniciativas de empresas o particulares como las comunidades energéticas. Pero para que esa energía sea aprovechable hace falta que las infraestructuras sean capaces de distribuirla hasta el interruptor de quien necesita luz.

De hecho, la demanda de estos 'enchufes' alaveses ya está aquí. Según los datos recopilados por este periódico, sólo en el territorio los proyectos renovables han pedido vertir a la red 1.710 megavatios de potencia. ¿Por qué no coincide esa cifra con los proyectos conocidos? En parte porque hay proyectos que aún no se han dado a conocer, pero que ya han pedido los primeros permisos. Pedir conexión a Redeia es el primer paso antes de tramitar un parque de energías renovables. Una vez se concede el permiso, comienza una cuenta atrás, 'a priori', de cinco años para pasar los filtros medioambientales, construir la central correspondiente y ponerla en servicio.

Por otra parte hay que tener en cuenta que los puntos de conexión no siempre están en la misma provincia donde se genera la energía renovable. El mejor ejemplo de esto son los parques de Forestalia en Aragón: aunque producirán energía en la lejana Ejea de los Caballeros (Zaragoza), pretenden hacer una línea de alta tensión que cruzará toda Álava para depositar la energía verde en subestaciones alavesas. Y a la inversa: es más que probable que haya placas y molinos instalados en el territorio que deban conectarse a la red en otros puntos ubicados fuera de Álava.

Entre estos nodos alaveses el que más demanda concentra es, precisamente, la subestación de Vitoria. Ahí están solicitados 525 megavatios, de los que 427 se corresponde a energía eólica y 88 a fotovoltaica. En este nudo, además, coincide que todas las empresas que han pedido usarlo ya tienen concedidos los permisos. En otros, como el que atiende al parque eólico de Elgea, hay 154 megavatios que ni siquieran tienen concedido el permiso; simplemente se ha registrado la solicitud ante Redeia.