Los responsables del polémico 'chill out' de Vitoria piden su legalización

La familia, residente en la calle La Presa, reconoce que era conocedora de que levantaron el 'chiringuito' sobre una parcela pública y que «nunca hemos pagado ningún canon» por hacer uso del terreno. Sin embargo, defienden que con su labor «hemos dado una imagen más bonita a la zona». «Se trata de un simple banco rodeado por plantas. Tratamos de crear una especie de jardín botánico», explicaron ayer a este periódico. Todo antes de acudir «a las oficinas municipales y a la Policía Local para obtener los permisos». En ese sentido, preguntados acerca de la posibilidad de que les ordenen retirar el 'chiringuito', aseguran que «si así nos lo piden, acataremos la orden».

Aunque su intención, insisten, es la de obtener una autorización que regule administrativamente la situación del 'chill out' que ha levantado ampollas en el barrio. «Hay mucha gente envidiosa», censura la familia, quien rebobina hasta el comienzo del tajo. «Se entró con una cuña y una porra para eliminar toda la porquería. Y se hizo un muro con cemento y ladrillo para evitar que se cayese la tierra. Hemos hecho un favor, ahora ha quedado una zona limpia en la que los coches pueden dar la vuelta y la gente pasear sin problemas».

La opinión de los vecinos del barrio es otra. Estos vuelven a pedir al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto. El malestar se centra en «la acumulación de enseres y electrodomésticos ya averiados, el ruido (incluso de noche) y el uso privativo de un espacio público». Desde la asociación vecinal trasladan que han llamado en «varias ocasiones a la Policía Local, quienes han acudido para pedir al propietario que eliminase la construcción».

Presencia policial

Los propietarios confirman las visitas policiales, pero que «en ningún momento nos han ordenado eliminarlo». De manera que durante todo este tiempo han seguido haciendo uso de este espacio y mejorando su decoración. Este periódico visitó la construcción recubierta por vegetación que sirve de parapeto en días de sol y lluvia, pero también de camuflaje a ojos de cualquier extraño. Además de un enorme banco sobre el que descansar, también hay una mesilla, una vidriera y varios objetos ornamentales.

Con la llegada del buen tiempo, ahora es más habitual verle hacer uso de esta zona. «Suele salir por las tardes. Esta orientada de una forma en la que siempre le da el sol. Suele estar toda la tarde ahí», apuntan vecinos de esta calle. Unas estancias a las que «en ocasiones invita a amigos suyos» y que ambienta «con música, «incluso de noche». Los propietarios defienden que «son muchas las personas con las que nos juntamos, no es de uso exclusivo». No obstante, rechazan que se convierta en «una zona festiva». «Está pensado para descansar, de ahí el banco», concluyen.