La Policía Local mantiene el pulso con el Ayuntamiento de Vitoria y seguirá con 'paros' en Navidad

Tras un domingo convulso en el que la Guardia urbana se vio obligada a activar a mandos y policías dedicados a las labores de escolta, el Consistorio ha decidido tomar cartas en el asunto. Según informaron ayer portavoces del Departamento de Seguridad, el Ayuntamiento ha empezado a investigar las incapacidades de los uniformados durante la jornada en la que Vitoria acogía la Media Maratón.

«Vamos a informarnos sobre lo que ha acontecido este fin de semana», afirmó ayer Maider Etxebarria. Ante los medios, la alcaldesa se refirió hasta en cinco ocasiones a los agentes en huelga de celo como «una minoría» o «una pequeña parte», una de las cosas que más irrita en Aguirrelanda. La regidora, asimismo, pidió «una reflexión» a Sipla, el sindicato mayoritario, y a Comisiones Obreras. En paralelo, Seguridad admitió ayer que se produjo una «falta de efectivos» y que hubo «complicaciones para poder garantizar el dispositivo previsto durante la Media Maratón».

Medios internos de la Policía Local confirman este extremo y aseguran que se ha recabado el listado de los agentes que se cogieron la baja el domingo. Sin embargo, defienden su modo de proceder. «Cualquier movilización laboral tiene el objetivo de afectar al normal funcionamiento de un servicio. Así ocurre cuando hay huelgas en Educación o en grandes empresas. Sabemos que vamos a ser muy criticados. Si pudiésemos, haríamos huelga», afirman.

Las fricciones entre uniformados y Ayuntamiento llegan en un momento más que complicado. Tras la Media Maratón, en el horizonte más inmediato despuntan tres grandes eventos: la cabalgata de Olentzero, la de los Reyes Magos y la San Silvestre. Tres celebraciones que requerirán de refuerzos entre la Guardia urbana cuando prácticamente ningún agente se ofrece a hacer horas extra en señal de protesta.

La plantilla da por descontado que se darán más «actuaciones» como la de la Media Maratón en las próximas semanas. «Y los Carnavales no están tan lejos», advierten fuentes consultadas por este diario.

Los portavoces del departamento municipal de Seguridad insistieron ayer en harán «todo lo que esté en nuestra mano para que los eventos de los próximos días cuenten con la necesaria cobertura policial». «La ciudadanía no puede sufrir las consecuencias de esta situación», censuraron desde la concejalía del jeltzale César Fernández de Landa. La Unidad de Planificación y Gestión ya está trabajando sobre estos eventos y sus dispositivos, con una reunión prevista en los próximos días.

Mientras, en la sede policial de Aguirrelanda, los reproches van en aumento: «Quien está 'secuestrando' a la ciudad es la alcaldesa. Nosotros sólo pedimos que se sienten a negociar. Si no quieren unas navidades complicadas lo que tienen que hacer es reunirse con nosotros», replican.

En paralelo a las bajas, continúa la huelga de celo entre los agentes. Como la Policía Local tiene prohibido hacer paros como el resto de los trabajadores, los agentes dieron su visto bueno el pasado jueves a empezar a «aplicar la normativa de forma estricta» (el eufemismo que en el fondo supone una huelga de celo) y mantener «un trato exquisito con la ciudadanía en especialidades», que es la frase tras la que se esconde demorar los tiempos de atención al público.

«Estamos a fuego», comentan los patrulleros consultados por EL CORREO. «Algunos incluso están aprovechando los minutos de descanso para, en vez de desayunar, ir a multar». El 'atasco en especialidades' «tardará un poco más en notarse».