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La planta de Mercedes-Benz en Vitoria no cambia sus planes para la próxima semana y se trabajará de lunes a viernes divididos en tres turnos. De momento, la «incertidumbre» sobre el suministro de piezas no trastoca los planes de la multinacional alemana que, ... sin embargo, prepara un nuevo ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) después de que el anterior expirase el pasado 31 de diciembre.
La dirección de la planta ha comunicado este viernes a sus empleados que «en principio» y «con la información disponible hasta la fecha» se mantiene la habitual actividad productiva. En el mismo escrito, eso sí, evidencia que existe una «incertidumbre» sobre «el suministro de piezas para nuestra fábrica» que se escapa de su control. Si bien está garantizada la llegada de microchips para las dos primeras semanas del ejercicio, el problema reside ahora en la provisión de tuberías de combustible debido al incendio ocurrido en las instalaciones de un proveedor europeo.
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Ese escollo se ha sorteado con una tubería alternativa a la habitual que, al menos, llegará para cubrir la producción de la nueva semana y por eso mismo se mantiene la cadena de ensamblaje entre los días 10 y 14 de enero. Esto supone un respiro para la mayor industria vasca y sus 5.000 trabajadores que regresaron a sus puestos el pasado lunes tras un 'parón' que se alargaba desde el 18 de diciembre.
Pero la dirección teme la falta de suministros -que 'a priori' no se prevé solucionar hasta el último trimestre- y por eso anunció a los sindicatos la necesidad de negociar un ERTE, el tercero desde que estalló la pandemia en marzo de 2020. La empresa se reunirá a partir de la próxima semana con el comité, ya que considera que es insuficiente la bolsa de flexibilidad recogida en el convenio.
Esta situación podría afectar a la previsión de producción que planteaba el grupo Daimler para la planta de la capital alavesa. La idea era alcanzar un récord de 158.219 en el nuevo año, un 17% más que el último ejercicio.
Tampoco hay que perder de vista la evolución de la pandemia y el comportamiento del consumo. El covid, según se comunicó el miércoles a las centrales, afecta a 300 de sus trabajadores que deben permanecer de baja por haber contraído la enfermedad o considerarse contacto estrecho.
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