Trabajadores de la cadena de montaje de Mercedes escuchan la intervención del director, Emilio Titos, en un mensaje a la plantilla. E. C.

Mercedes fabrica 160 furgonetas en su vuelta, una sexta parte de la producción diaria

La principal industria vasca retoma la actividad en una jornada sin incidentes y con reforzadas medidas de seguridad

Martes, 28 de abril 2020, 00:45

La maquinaria de la principal industria de Euskadi ya se ha puesto otra vez en marcha. Un mes y medio ha estado parada la cadena de montaje de la planta de Mercedes Benz en Vitoria, que ayer volvió a activarse. Lo hizo al ralentí, con ... un único turno -de mañana- que se mantendrá la dos primeras semanas y con los trabajadores tratando de adaptarse a los cambios introducidos para reforzar la seguridad, la salud y higiene dentro de la factoría. Sin embargo, al final de la jornada la cifra de vehículos que salieron de la línea superó las expectativas, fueron alrededor de 160 cuando la previsión inicial era de apenas un centenar. Se trata de una sexta parte de la producción diaria habitual a tres turnos, que ascendía a 720 unidades antes de que estallara la crisis del Covid-19.

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«El funcionamiento en este primer día ha ido relativamente bien», coincidieron tanto trabajadores y representantes sindicales consultados, así como la propia dirección, que destacó que «entre todos hemos sido capaces de crear un entorno laboral seguro donde podernos sentir a gusto», señaló Emilio Titos a EL CORREO. A las seis de la mañana estaba el máximo responsable de la planta saludando a los trabajadores a pie de línea en su regreso al tajo.

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Portavoces del comité también quisieron dejar clara su principal reivindicación: la necesidad de que los operarios de la cadena dispongan de más tiempo para su higiene personal y la limpieza de las herramientas que utilizan así como para descansar «de la fatiga y el estrés que provoca el uso de mascarillas y pantallas faciales». Precisamente, ahí estuvo la principal discrepancia para que los sindicatos no pactaran con Mercedes el protocolo de arranque. Sin embargo, y a pesar del desacuerdo, «se están introduciendo cambios para intentar mantener las distancias de dos metros entre los trabajadores o evitar en la medida de lo posible los contactos», apuntan.

Titos destaca la «actitud y el compromiso de toda la planta»

El director de la planta de Mercedes estaba ayer «satisfecho» con el arranque de la actividad «y creo que hemos obtenido los resultados esperados después de todo el trabajo conjunto realizado en las últimas semanas». Emilio Titos agradeció «la actitud y el compromiso de todos los que componemos esta planta» en la búsqueda del bien común, en este caso recuperar la actividad industrial «en las mejores condiciones».

Desde el estallido de la crisis sanitaria, «la prioridad para Daimler ha sido la salud de todos los que formamos parte del grupo». Pero el máximo responsable de la factoría alavesa ha recordado que la «salud financiera aquí también juega un papel relevante. El virus ataca a todas las personas, a todo el sistema, y puede tener unos efectos muy negativos. Hay que protegerse a nivel económico».

Y la actividad industrial, a su juicio, es clave, «es un soporte para el estado del bienestar». De ahí que la vuelta a la producción en Mercedes sea «un logro» del que estar «todos» orgullosos. «También hemos podido implicar a las administraciones y esa colaboración público-privada tiene que seguir dando resultados para luchar contra ese atacante invisible» que es el coronavirus.

Esta crisis global ya comienza a sentirse en las diferentes plantas automovilísticas «y solo aquellas que sean fuertes y estén unidas podrán superar en mejores condiciones unas consecuencias que todavía no conocemos». Las soluciones «hay que buscarlas entre todos», concluyó Titos.

Los delegados de prevención de riesgos laborales junto con los mandos intermedios y los jefes de equipo recorrieron ayer esos puestos de la línea más conflictivos. Una de las alternativas que se ha planteado es la colocación de pantallas de metacrilato en las líneas para separar al personal. «Pero la empresa se está encontrando con un problema de suministro de ese material», señaló el presidente del comité, Igor Guevara.

Estas dos primeras semanas con un único turno también han de servir para «ir corrigiendo errores o deficiencias» en los procesos de cara a la incorporación, a partir del 11 de mayo, del turno de tarde. Entonces la plantilla en las instalaciones se duplicará y el reto «para todos», admiten portavoces sindicales, «será mayúsculo cuando ya estemos trabajando a tres turnos». A ese escenario se llegará, si no hay contratiempos, el 18 de mayo.

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Unos 1.300 trabajadores

El regreso a la actividad industrial en la planta automovilística, que da empleo de manera directa a 5.000 personas y tiene una repercusión en el Productor Interior Bruto de Euskadi del 5%, movilizó ayer a alrededor de 1.300 trabajadores aunque hubo también personal de apoyo para velar por el buen funcionamiento en el arranque. Además de Mercedes volvieron Seat en Barcelona -con 3.000 trabajadores de 15.000- y Volkswagen en Navarra con un único turno y 1.600 empleados.

La entrada en Vitoria se hizo escalonada en dos grupos para que la incorporación a los puestos fuera a las 6.00 y las 6.10 horas. A cada operario se le tomó la temperatura y le entregaron los correspondientes equipos de protección individual (EPIs) con seis mascarillas -dos para cada día laborable de esta semana, ya que hoy y el viernes son festivos- y también guantes, gafas y en algunos casos pantallas faciales.

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El comité reclama más tiempo para la higiene personal y descansos más amplios para evitar fatigas

EN LA CADENA DE MONTAJE

Los operarios recibieron formación respecto al uso de los EPIs, las pautas de higiene y limpieza, la importancia de mantener las distancias para evitar los contagios o los cambios introducidos como consecuencia del coronavirus. «Las secuencias en la producción son las mismas, pero hay puestos que han cambiado y hay que habituarse», explicaban trabajadores de la línea.

Las cifras de fabricación también han variado de forma considerable en la planta vitoriana de Mercedes. Ahora la previsión es producir 129.700 furgonetas de los modelos Vito y Clase V cuando a principios de marzo la factoría aspiraba a ensamblar este año 159.000 unidades con un pedido que iba a llegar de Estados Unidos. Este recorte del 18% es el mayor de la historia en la factoría alavesa.

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