La marea 'green' llena de solidaridad las calles de Vitoria

Pertrechados con sus mejores calzados, con sudaderas y hasta abrigos en el caso más extremo, pero cargados de solidaridad. Así es como la 'marea green' ha tomado las calles de Vitoria en la XI Marcha Solidaria Green de EL CORREO. El paseo que anualmente organiza este periódico con el apoyo del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, Laboral Kutxa, Aena y El Corte Inglés ha contado con el respaldo de una multitud de más de 1.000 vitorianos.

La cita, que este año incluía un recorrido por el bosque de Armentia, ha partido a las 10.30 horas. Antes del bocinazo que ha dado comienzo a la marcha, muchos encuentros entre amigos, fotos en el 'photocall' instalado en el kiosco de La Florida, sonrisas e incluso algunos que han apurado hasta última hora para apuntarse 'in situ'. «Se me ha ido pasando y he decidido venir directa», confesaba Patricia López mientras abonaba los tres euros de sus 'tickets' solidarios.

A la hora, la cuenta atrás. Tres, dos, uno y a caminar. Cada uno a su ritmo, porque aquí no se compite. Lo importante es conocer mejor el Anillo Verde y, sobre todo, el fin solidario de la marcha. Y es que todo lo recaudado por esta marcha será entregado a Cáritas.

La entidad diocesana va a dedicar este año ese dinero al programa que habilitan para que familias en acogida puedan contar con un alojamiento y un acompañamiento durante el proceso que supone echar raíces en el territorio. «Acogemos a familias y personas que están haciendo un itinerario y para las que la vivienda supone una ruptura en ese itinerario», explicaba Maite Sebal, su directora, en conversación con este periódico. «Por desgracia, en este momento sólo podemos tener a diez familias, unas 28 personas en total en siete pisos: algunos son nuestros, otros de la Diócesis y otros de congregaciones que nos los han ido cediendo».

El camino, de diez kilómetros, ha sabido capear la lluvia, que apenas ha hecho acto de presencia en los últimos minutos. Con una temperatura perfecta, los senderistas han podido disfrutar de uno de los paisajes privilegiados de la ciudad como el bosque de Armentia o la cercana basílica. Todo en una ruta circular que este año ha incluido dos postes kilométricos para hacerse fotos y compartir la solidaridad también en redes sociales.

Entre los participantes ha habido una nutrida comitiva de la Corporación municipal. Al frente de ella, el concejal de Modelo de Ciudad Borja Rodríguez (PSE). «Una actividad como esta permite aunar naturaleza y actividad física y deporte, que son dos de las señas de identidad de esta ciudad», señalaba ataviado con su ropa de deporte. «Iniciativas como esta son muy interesantes, porque, además, permiten poner en valor nuestra ciudad: es un privilegio poder ir a la naturaleza a escasos minutos del centro de la ciudad, algo de lo que no pueden presumir muchas urbes. Por otra parte, creo que también es importante poner en valor el carácter solidario de la Marcha Solidaria Green: Vitoria, los vitorianos y las vitorianas se han caracterizado siempre por ser muy solidarios».

Los más pequeños han tenido que prestar mucha atención al recorrido, ya que a la vuelta les esperaban pintacaras y talleres para pintar chapas con los distintos animales que forman parte del Anillo Verde. Para todos los que han completado el trayecto también les aguardaba un premio: fruta para reponer fuerzas tras la caminata de 10 kilómetros. Este año, con el objetivo de minimizar el impacto de la caminata, tampoco se han repartido botellas de agua; simplemente se han indicado las fuentes donde poder llenar las cantimploras. Además, los participantes se han podido llevar como obsequio una taza metálica.

Al final, además de todo el plan formativo, se ha podido participar de una sesión de dance fitness a cargo de monitores del gimnasio K2 y también se han podido adquirir talos.

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