Zabalgana se tiñe de verde solidario

En buena compañía, la caminata pudo así recuperar su formato original tras dos años de limitaciones por la covid en los que ha luchado por mantener vivo el mismo espíritu de siempre: el de conservar y disfrutar del magnífico patrimonio ecológico de Vitoria y, de paso, aportar un granito de arena a favor de la inmensa labor solidaria que realiza Cáritas en Álava.

A primera hora, los 'fondistas' empezaban ya congregarse al calor de la música que sonaba junto al centenario kiosko de la Florida mientras otros apuraban los minutos para hacerse con los últimos tickets.Tras el pistoletazo de salida, no pocos respiraron hondo. Por delante quedaban nada menos que 11,5 kilómetros hasta Zuazo de Vitoria, para después regresar al romántico parque. Un periplo que los andarines, de todas las edades, recorrieron con muy buena marca. Terminaron antes de lo previsto y ni siquiera el tiempo, con alguna nube en el horizonte, les desanimó. «Hasta se agradece que no dé el sol en la cara», comentaron.

Como la salud es lo primero, durante el trayecto, el grupo contó con avituallamiento. En el puesto ubicado sobre el kilómetro 7, tras hidratarse con agua, la que ya preguntaba cuánto quedaba era Marisa. «¿Cómo voy a estar cansada con 80 años que tengo?», bromeó. Con ella también se estrenó en la marcha Juan Antonio Armentia que, acompañado de su mujer y su hija, ya se conocía bien el recorrido. «Ya me lo he paseado. Hoy venimos aquí, pero la verdad es que todos los alrededores de Vitoria son preciosos: Olárizu, Armentia, Salburua...».

Para veterano estaba Elías González. La de ayer era su cuarta 'green' y, pese que peina canas desde hace tiempo, se encuentra bien en forma. «Hago marcha nórdica y los martes y los jueves ando unos 8 o 10 kilómetros». Y, además, se presentó con la ruta estudiada: «ayer mismo estuve con mi señora dando una vuelta por aquí».

José Miguel López de Lapuente fue tirando de carricoche y con la familia al completo. «Está muy bien para darse una vueltica. Ya era hora de poder salir, hacer un poquito de ejercicio y estar un rato con la familia, que hacía tiempo que no nos veíamos algunos». Y, además, como aita, agradecía el espacio. «Hay mesas, sombra y campas para que los niños puedan jugar y explayarse».

Al regreso a la Florida, los caminantes por fin pudieron alzar los brazos alegres al cruzar meta y recuperar energía con las manzanas y plátanos gentileza de Frutas Uriarte, además de llevarse un bonito y útil recuerdo de una caminata cuyo regreso no podía caer en mejor efémerides: el décimo aniversario de la proclamación de Vitoria como European Green Capital. «Hoy más que nunca debemos reivindicar esa identidad 'green' y esta marcha nos invita a hacer estilo de vida respetuoso con el medio ambiente», valoró la teniente de alcalde, Ana Oregi.  «Es un reto saludable, pasamos un rato agradable, damos un paseo y, además, ha salido el día estupendo», añadió la concejala de Cultura y Deportes, Estíbaliz Canto.