«Lola Flores nunca fue una artista con misterio, si le gustaba el bingo o tomar copas, lo decía»

– Hace casi tres décadas que se fue Lola Flores. ¿Por qué un documental sobre ella ahora?

– Cualquier momento es bueno para hablar de Lola Flores. Se habla de ella y te quita las penas, te pone en otra actitud, se hace magia. Y es un buen momento por la gente joven que no la ha conocido y que a lo mejor tiene esa imagen de la folclórica pastosa y cutre que Lola Flores nunca fue. Algunos se enamorarán de ella y otros dirán que no les interesa para nada.

– ¿Era una adelantada a las diferentes épocas que atravesó?

– Sí, la forma en la que vestía, cómo se movía..., ella iba sin sostén cuando todo el mundo iba encorsetado. No era la típica artista que iba con la madre, era libre y con esa libertad hacía lo que se le pasaba por la cabeza. Tú ves ahora una entrevista de Lola Flores con 'El loco de la colina' o con Julia Otero y parece que va a entrar por esa puerta, no es una imagen que parezca que han pasado 35 años.

– En esas entrevistas hablaba abiertamente de todo, incluso de su deuda con Hacienda.

– Nunca separó su vida personal de su arte. Lo contaba todo con mucha libertad, mucho sentimiento y mucha coherencia. No fue una artista con misterio de a ver dónde va o qué hace, a ella le gustaba el bingo o tomar una copita y lo decía.

– ¿Cómo se la imagina si hubiera vivido unos años más?

– Haciendo cosas. Se nos fue muy joven, con 72 años, todavía había podido dar mucha guerra y estar con nosotros, y muchas cosas no hubieran pasado... Pero, en fin, ese es otro cantar.

– El proyecto de Movistar+ cuenta con el aval de la familia. ¿Se han encargado de alguna forma de proteger la imagen de 'la Faraona' en esta serie?

– No, la imagen de mi madre ya no se puede proteger ni desproteger. Ella ya hizo su imagen en vida y nosotras simplemente pedimos que la trataran con cariño y con respeto y luego ya que cada uno cuente su opinión. Cada uno cuenta la feria como le va.

– ¿Costó que tanto usted como su hermana Rosario y su tía Carmen dieran el visto bueno a la idea?

– No necesitaron convencernos con mucha palabrería, lo teníamos muy claro y fue muy fácil. Nos sentamos, nos preguntaron cosas, hablamos de lo que sabíamos y les dimos todo lo que teníamos. Nosotras tenemos muchas ganas de hacer cosas sobre mi madre, como el museo, la serie o este mismo documental. También tenemos un musical en mente. De Lola Flores se pueden hacer muchas cosas y creo que se lo merece porque ha sido una mujer muy grande y una artista inconmensurable.

– Aquella crítica de que «no canta ni baila, pero no se la pierdan» adjudicada al New York Times es uno de los mitos que aún acompañan a su figura. ¿Con este documental tratan de desmontar otras leyendas?

– Mi madre lo decía, a lo mejor se lo comentaron, o como no sabía inglés lo leyó malamente, no lo sé, pero a mí eso del mito y la leyenda no me gusta. Mi madre ha existido, ha parido, se ha subido a un montón de escenarios, ha puesto a la gente de pie... No es una leyenda, no es un mito, no es 'Juego de tronos', es Lola Flores, y ahí están los archivos. Cuando ella sale, ay amiga mía, es como una mano que te sale por la televisión y te engancha. Quizás es que yo la admiro mucho y me gusta mucho Lola Flores, pero no ha salido otra igual.

– ¿Se ha sorprendido por algo de lo que ha aparecido en esas grabaciones, fotos, entrevistas que se han recopilado para esta producción?

– Es que yo soy muy mayor ya y hay pocas cosas que me sorprendan. Sí me sorprende el montón de cosas que han encontrado de mi madre y que no sabíamos ni que existía.

– Sí conocía sus giras dentro y fuera de España. ¿Qué contaba del público vasco?

– Mi madre decía siempre: 'Sí, en Andalucía me quieren mucho, pero en Bilbao, en Vitoria, en San Sebastián pongo a la gente en pie y se me llenan los teatros'. Decía que en el País Vasco la adoraban, se jactaba de lo que la querían, y eso en aquella época que era más convulsa por todo lo que pasaba en esta tierra.

– ¿Qué tiene Lolita de Lola?

– No lo sé, la gente de fuera ve cosas en los gestos, la manera de hablar... Yo veo cosas en mi hermana, ella las verá en mí, como también tenemos cosas de nuestro padre. A veces me estoy pintando y digo 'uy, me he recordado a mi madre', pero son momentos puntuales. En el carácter sí me parezco mucho y cuanto más mayor, más.

– ¿Hay algo que se le quedó pendiente de hacer con ella?

– Nada. Hicimos como veinte programas de televisión, el concierto de las Flores durante tres o cuatro años, he dormido con ella durante dieciséis... Nos tratábamos más como amigas, la conocía muy bien, fíjate si la conocía que he tenido que poner mi voz al anuncio en el que sale. Lo que me hubiera gustado es que siguiera viva, que no hubiera entrado el cáncer.