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La actual estación de Dato no puede acoger trenes de Alta Velocidad tal y como está. Los convoyes deben adaptar la anchura de sus ruedas para circular por el trazado vitoriano y, de momento, también el burgalés. Para ello, los técnicos del Gobierno vasco ven ... indispensable la instalación de un intercambiador. De esta forma, el tren adquiriría el tamaño exacto para circular por el recorrido de Alta Velocidad y llegar hasta Madrid sin necesidad de transbordo alguno.
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La cuestión a resolver se encuentra en la ubicación de la infraestructura. Las opciones que contemplan los expertos del Gobierno vasco pasan por el nudo de Arkaute y Júndiz. Es decir, a la salida o a la entrada de Vitoria. El primero sería más «sencillo» a nivel técnico, pero cuenta con un menor espacio que la parcela de Zabalgana, de unos 2,5 kilómetros.
Esta segunda opción permitiría el cambio también a los trenes de mercancías, de mayor longitud, que coincidiría con el gran proyecto para convertir Júndiz en uno de los grandes nodos logísticos de Europa. «Nunca sería dinero perdido», afirman. Además, sería más viable que los convoyes 'durmieran' ahí. No obstante, requeriría alargar una vía con un tercer hilo. El coste debe ser razonable para una infraestructura de duración limitada, porque quedaría obsoleta con la culminación de la obra del soterramiento.
El sistema para modificar la anchura de los trenes cuesta cerca de 10 millones de euros. Pero no sólo cumple esa función. También reajusta el tipo de alimentación eléctrica (de continua a alterna) y los sistemas de seguridad a la normativa europea.
La infraestructura se instalaría en una vía externa al trazado actual, pero paralela a él. No obstante, el tren sólo alcanzaría su máxima velocidad (más de 300 km/h) en el trazado ya rematado. Es decir, si entrara en circulación hoy, aceleraría entre Valladolid y Madrid. Entre Vitoria y Burgos, con el proyecto todavía por licitar, alcanzaría unos 165 km/h. Los expertos estiman que el tren «ganaría mucha competitividad» en comparación con el autobús y el avión. El trayecto hasta Madrid rondaría las tres horas, casi una menos que hoy. Los tiempos mejorarían a medida que avanzaran las obras y, por supuesto, también lo harían dentro de la red de la Y vasca.
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