El grupo alavés Piérola abre su cuarta bodega con hotel y museo de cerámica

La inversión económica ha sido«muy potente», dice Bujanda, sin querer poner números sobre la mesa «porque pesa más la energía depositada y el esfuerzo y el cariño que tenemos por este nuevo proyecto». Empezó a gestarse hace «cinco o seis años» y en 2018 arrancó su construcción, pero la pandemia ha demorado su puesta de largo un año. «Sin embargo, ya hemos elaborado allí dos vendimias y vamos a por la tercera», con alrededor de 700.000 kilos de uva, la gran mayoría procedentes de proveedores de la zona porque el viñedo que tiene FyA en Navarrete apenas ronda las seis hectáreas en las que recogen unos 30.000 kilos.

Esta bodega en La Rioja «complementa lo que tiene ahora el grupo Piérola» en Rioja Alavesa y también en Rueda y Ribera del Duero. En este sentido, reconoce que «no es habitual» estar presentes en más de dos denominaciones, «sobre todo si hablamos de una firma familiar como la nuestra. Faustino o La Rioja Alta, con volúmenes de negocio muy superiores, sí tienen bodegas en distintas zonas vitivinícolas», explica. En su caso, el objetivo es «llegar mejor a nuestros clientes, ofrecer nuevas alternativas de productos y seguir creciendo».

Ahora junto al recorrido del Camino de Santiago, a las faldas de la sierra de Moncalvillo, «una zona con mayor altitud y pluviometría que Moreda», apunta, por lo que también la acidez de las uvas será superior. «Vamos a intentar hacer vinos más frescos y frutales» que se criarán en tinajas de barro y en algunos casos también en barricas de roble. La apuesta por el envejecimiento en ánforas «quizá resulte innovadora, pero recuperamos los métodos de elaboración de hace siglos porque el vino entró en la Península a través de los fenicios de esta manera». Esas tinajas «van a preservar mejor los carácteres primarios de nuestras elaboraciones» y supone un guiño a Navarrete, una localidad donde la alfarería tiene una presencia relevante.

Al igual que tiene en la bodega Traslascuestas de Ribera –en Valcavado de Roa (Burgos)– con un pequeño hotel de diez habitaciones, FyA ha decidido apostar por el enoturismo con ese establecimiento de cuatro estrellas, y en este caso, 29 habitaciones que incluyen jacuzzi, sauna o gimnasio. «Buscamos ofrecer la mejor estancia y que el cliente viva nuevas experiencias», explica Bujanda Fernández de Piérola, «con el vino como protagonista pero también el arte de la mano de nuestra colección de cerámica».

El proyecto de Ribera y el de Rueda –Cyatho, en La Seca (Valladolid)– se gestaron en 2009 «buscando nuevos mercados, por ejemplo por la limitación que había entonces en Rioja en cuanto a variedades de uva blanca». También entonces la economía estaba en crisis, por la burbuja inmobilaria, «pero decidimos, al igual que ahora, arriesgar y seguir adelante». En este caso, más cerca de Moreda y en una denominación conocida y que la considera propia. «Porque Rioja Alavesa, que tiene su identidad y trabaja por la diferenciación, es parte de la DOC Rioja. Hemos contribuido a su construcción», zanja.