Álava urge al Consejo Regulador medidas estructurales: «La crisis no se soluciona sola»

Lo cierto es que los productores del territorio se enfrentan en esta cosecha –que comenzará de forma generalizada en las próximas semanas– a una de sus mayores paradojas. Las condiciones climatológicas de los últimos meses han permitido ajustar la campaña a fechas tradicionales, pero la producción va a a ir a la baja (la estimación en el potencial productivo será de «254 millones de litros» en el presente ejercicio, de acuerdo con datos del Ejecutivo autonómico) y el precio al que se va a pagar lo que salga de las viñas será muy similar al de años anteriores. De ahí que la palabra más repetida ayer fuera «crisis» –esa que atraviesa el sector– y los discursos de los máximos dirigentes fueran encaminados hacia las necesidades y los compromisos.

Para mantener el modelo predominante en la comarca y que las bodegas más pequeñas puedan convivir con las de mayor tamaño, González apremió al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOCa) a implementar «medidas estructurales». «No puede dejar pasar el tiempo esperando a que la crisis se solucione sola», advirtió, exhortándole a buscar soluciones «conjuntas» con los productores.

Asimismo, le tendió la mano de la Diputación, al afirmar que su gobierno está «absolutamente dispuesto» a colaborar para «capear» este período de dificultades. Su apuesta, eso sí, no se modifica. «El trabajo debe insistir en la diferenciación y en la calidad, porque no todas las comarcas son iguale», matizó González. Al mismo tiempo, solicitó al ente encargado de la DOCa Rioja más «transparencia». «Necesitamos saber los resultados del control que inició el año pasado», lanzó con tono crítico.

Un discurso similar compartió su compañera del PNV, la consejera de Agricultura, Amaia Barredo, que remarcó la importancia de transformar las «medidas coyunturales» actuales en «estructurales» –están a la espera de reunirse con el Consejo para «establecer una hoja de ruta de colaboración público-privada– con el objetivo de «mantener hasta la última bodega».

Ésta es la misma dirección en la que reman buena parte de los agricultores. Aunque, existe un porcentaje cercano al 8% que está agrupado en torno a la Asociación de Bodegueros de Rioja Alavesa (ABRA), quienes prometen (sin haber aportado más detalle) un «nuevo camino» después de aparcar el proyecto Viñedos de Álava-Arabako Mahastiak. Acerca de esa campaña futura, González indicó que «puede suponer una tabla de salvación en un momento difícil». Aunque deslizó que eso no implica salir de la denominación: «La diferenciación dentro de la misma es un buen camino y, si ABRA opta por él, nos parece perfecto».

Éstas no son las únicas sombras. Las ventas de Rioja Alavesa han registrado un descenso del 4,45% en los doce últimos meses. Aunque en abril se atisbó un pico positivo, la tendencia en 2024 sigue siendo a la baja y se fija en el 2,18 durante los primeros meses del año.

Una de las múltiples razones de este retroceso es que las exportaciones de la comarca han caído un 5,4% en volumen y un 6,4% en cuanto a valor, según datos aportados ayer por el Gobierno vasco. Este desequilibrio entre oferta y demanda prevé reducirse «significativamente» en el presente ejercicio con el apoyo de las administraciones públicas.