Vitoria se retira a tiempo la víspera de Santiago

Los bares han cumplido a rajatabla con la nueva normativa del Gobierno vasco que les obliga a cerrar a las 1.00 horas. Incluso algunos hosteleros han optado por bajar antes la persiana. Ha sido el caso de varios bares en 'Cuchi', donde a los presentes les costaba abandonar la calle para irse a casa. Algunos han apurado sus consumiciones en la vía pública, con una temperatura agradable que invitaba a seguir la noche un poco más. A pesar de que en algunos puntos se han producido aglomeraciones puntuales como cualquier sábado, no ha sido necesaria la presencia policial para disolverlas.

Vitoria ha vivido una noche calmada -no se han notificado intervenciones reseñables ni por parte de la Ertzaintza ni de la Policía Local- también respecto a los botellones, a diferencia de otros puntos de la geografía vasca, como Plentzia, donde se ha registrado un nuevo macrobotellón; o los desórdenes públicos acontecidos en San Sebastián, Villabona y Urretxu. El uso de la mascarilla, eso sí, era mucho más irregular a pesar de que el lehendakari Iñigo Urkullu pidió de manera expresa que se mantenga en exteriores cuando guardar la distancia social sea imposible. Urkullu también pidió a los vascos un autoconfinamiento voluntario a partir de la una de la madrugada, algo prácticamente imposible en una noche como la de ayer.

La tarde del 24 de julio transcurrió en una línea similar. Las agradables temperaturas y que la fecha coincidiera en el calendario con un sábado animaron a los vitorianos a tomar las calles y las terrazas, que lucieron repletas durante toda la tarde. El ambiente fue tranquilo en casi todos los puntos de la ciudad. Después de la comida se antojaba complicado encontrar mesa al sol; los locales de la Virgen Blanca, la plaza de España, el Casco Medieval y de algunos barrios de la capital alavesa colgaron el cartel de 'completo'.

Nada hacía pensar que este domingo se celebra uno de los grandes días festivos en la capital alavesa, habitual preludio de las fiestas de La Blanca. Como ya ocurrió en 2020, este 2021 son 'no fiestas'. Solo una cuadrilla de jóvenes en la 'Cuchi' daba una pista: decidieron el sábado enfundarse el traje de blusa a pesar de que la tradición indica que el día para ello es el 25. Se adelantaron a un gesto que seguro que cumplen ya en la jornada adecuada muchos vitorianos. En la balconada de San Miguel un cartel recordaba el lema del Ayuntamiento de Vitoria para estos días:, 'Este verano disfruta con cabeza'.

Patrulleros «más activos»

Desde el Consistorio vitoriano ya se había anunciado que, en previsión de que más jóvenes se echaran a las calles la previa de Santiago, se reforzaría la presencia policial en el Ensanche y en el Casco Medieval. No con más agentes, pero sí se les pedía que estuvieran más vigilantes. Y la presencia de patrullas fue constante por la tarde y ya entrada la noche en las cercanías de la Cuesta o Nueva Fuera, punto caliente los últimos fines de semana debido a las aglomeraciones de jóvenes y las peleas. «Se ve más activos a los agentes de la Policía Local. Advirtiendo a la gente que está bebiendo en la calle», agradecía un comerciante del Casco Medieval a última hora de la tarde.

A diferencia de otros puntos de la geografía vasca, en Vitoria no se registraron botellones masivos. Puntos habituales para beber al aire libre como algunas plazas de la Almendra, las cercanías de la estación de tren o el campus se mostraban vacíos. Los adolescentes no salieron temprano a beber en la calle y los más mayores preferían las terrazas. Era el caso de Jaione Corcuera y sus amigas, que celebraran una despedida de soltera en un local de la renovada Cuesta. «Hemos estado de comida y ahora de tardeo, aprovechando el buen tiempo. Nos encantaría estar dentro bailando, pero cumplimos las normas...», confesaba esta joven entre risas.