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Es indudable que la estampa resulta entrañable. Hay muchas sonrisas con hábito y hasta un perrito en esa fotografía difundida a través de las redes sociales por las monjas rebeldes de Belorado y Orduña como una suerte de prueba del buen ambiente que, según ellas, ... se respira en el convento. Sin embargo, a algunos allegados de las hermanas no les convence en absoluto esa imagen idílica. Es más, estarían «muy preocupados» con lo que está ocurriendo de puertas para adentro. «Se han puesto en contacto con nosotros familiares de algunas de ellas, muy mayores y con alzheimer, que se están planteando sacarlas del convento», sostiene el vicario de Vida Consagrada de la Diócesis de Vitoria, Manuel Gómez Tavira.
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L. Gómez / L. López
En declaraciones a este diario, el vicario episcopal asegura que entre las 15 hermanas 'rebeldes' hay cuatro muy mayores. Al parecer, algunas padecen un importante deterioro cognitivo. «Hay familiares que están muy preocupados por su estado, el sobrino de una de ellas, que tiene 95 años y alzhéimer, está pensando cómo sacar a su tía de allí», destaca este alto responsable de la Iglesia alavesa, que reconoce no saber a ciencia cierta «qué está ocurriendo ahora mismo en el convento».
Para el vicario, en esta historia «rocambolesca» -así la define él-, hay un personaje fundamental, más allá del falso obispo Pablo de Rojas. Es sor Isabel, la abadesa, «que no aparece en ninguna de las fotografías publicadas», desliza. Según el relato del responsable eclesiástico, la hermana, que se encuentra en el convento de Belorado, «comunica de un día para otro que tiene un benefactor, nos dice que es un amigo de una de las monjas y que va a poner el monasterio (de Orduña) a su nombre, con ellas como usufructuarias. Eso nos lo dice por escrito un día y, al siguiente, quería ir al notario. Nos pareció un escándalo», explica.
Gómez Tavira reconoce que a la Diócesis de Vitoria llevaba tiempo llegando «rumorología» de que algo extraño estaba ocurriendo con estas hermanas. «Sor Isabel estaba utilizando distintos subterfugios para perpetuarse en el poder, hace tiempo que debería haber dejado el cargo», destaca. Para el vicario, el asunto prueba que «detrás de todo esto tan solo hay intereses económicos y ansias de poder» de la autoproclamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, una organización que, directamente, tacha de «secta».
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