La exconcejala de Urbanismo del PNV recurre los cambios de Etxebarria en su departamento

Oregi, responsable de Urbanismo durante el segundo mandato de Gorka Urtaran pide a la alcaldesa socialista que «anule» la creación del equipo de Desarrollo Estratégico y Vivienda, que se aprobó a principios de agosto. De entrada, solicita que se suspenda la reorganización hasta que se resuelva su recurso. Ahora, el área de Alcaldía tendrá un mes para dar respuesta a esta solicitud. En caso de no ser atendida o rechazada, como parece más probable, acabará en los tribunales.

Aunque el recurso tiene un marcado carácter administrativo, al estar fundamentado en cuestiones de procedimiento, «omisión de trámites esenciales» y motivación, en su presentación subyace la reestructuración de los servicios técnicos, con la que ha perdido músculo y funciones. A pesar de que Oregi mantiene intacto su cargo como jefa de Planeamiento y Ejecución de la Ordenación Urbanística en el nuevo organigrama, cuenta ahora con un equipo más reducido (de 9 a 4 personas).

En su escrito asegura que el «objetivo» de la reestructuración es «vaciar de contenido y personal» a su división. «La mayor parte de las funciones pasan al servicio de nueva creación», sostiene. Entre ellas, destacan las labores de «redactar, revisar y aprobar el Plan General», el documento urbanístico de mayor rango que ella misma confeccionó hasta hace poco más de un año. La exedil también advierte de que pueden producirse «duplicidades, disfunciones, malentendidos y arbitrariedades», por lo que llega a calificar de «despropósito» la medida, además de «lesiva y gravemente perjudicial» para ella.

La creación del servicio en Urbanismo se ha traducido en la reubicación directa de cuatro arquitectos y otro «técnico de administración general». Esto implica reducir a la mitad los recursos humanos que tenía a su cargo Ana Oregi, que se queda con dos arquitectos (incluida ella) y otros dos técnicos de administración, según se refleja en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Ayuntamiento de Vitoria y en el informe que justifica la reorganización dentro del departamento, elaborado por el actual concejal del ramo, Borja Rodríguez (PSE), y publicado en un decreto de Alcaldía. Procedimiento que también cuestiona Oregi. Considera que la reestructuración debió consensuarse con todo el equipo de Gobierno, incluido el PNV.

El recurso de reposición presentado por la exconcejala será en la práctica de carácter interno y deberá resolverlo la propia Alcaldía. Sin embargo, lo más probable es que acabe en el contencioso-administrativo. La única forma de evitarlo es que el Gabinete Etxebarria dé marcha atrás a su propia decisión en cuestión de semanas. Oregi ha optado por esta vía pese a que tenía la opción de ir directamente a juicio.

El recurso ha tenido una repercusión directa dentro del departamento de Urbanismo, donde algunos empleados aseguran que la situación es un tanto «surrealista». Se da la circunstancia de que el nuevo área carece de una jefatura de servicio, el cargo que ocupa la denunciante. En este sentido, Oregi señala «la arbitrariedad que implica que el reparto de tareas se lleve a cabo a voluntad y capricho del propio concejal».

Las consecuencias tampoco se han hecho esperar a nivel político, ya que la creación del servicio de Desarrollo Estratégico y Vivienda también ha despertado las dudas y la preocupación de la oposición. El PP denunció esta misma semana la apertura de lo que definió como una «ventanilla B» en Urbanismo, «con las mismas funciones» que el equipo dirigido por Oregi.

Al igual que los populares, EH Bildu y Elkarrekin Podemos han registrado sendas preguntas en la comisión de Modelo de Ciudad del próximo lunes. Desde el Ejecutivo local defienden que la nueva división dota al departamento de «una herramienta que hasta ahora no tenía el Ayuntamiento» al asumir competencias en materia de vivienda. «Este nuevo servicio asumirá la gestión, impulso y coordinación de las políticas estratégicas del Departamento y proyectos esenciales municipales», refuerza.

Oregi ha compaginado su labor técnica con la política durante toda su carrera. Comenzó como arquitecta del Ayuntamiento de Vitoria en 1991 y desde entonces ha alternado el Consistorio con el Gobierno vasco, donde llegó a ser consejera de Medio Ambiente y Política Territorial de 2012 a 2016, con Iñigo Urkullu como lehendakari. Tras su paso por el Parlamento vasco hasta 2019, fue concejala de Urbanismo y teniente de alcalde con Gorka Urtaran la pasada legislatura, donde encabezó la revisión de un Plan General que recibió 345 alegaciones y que fue especialmente criticado por empresarios y constructores de la ciudad e incluso la propia Diputación de Álava.

Ana Oregi, al igual que Gorka Urtaran, fue sacrificada por el PNV en las últimas elecciones municipales con Beatriz Artolazabal como candidata. A las puertas del relevo en la Alcaldía en junio de 2023, la arquitecta regresó a su puesto como técnica en el departamento.