Un terremoto en la fase decisiva del rediseño de Vitoria

«La elaboración de estos instrumentos (el PGOU, el PERI y la regeneración de barrios y polígonos) está ya sufriendo una ralentización importante, de graves consecuencias para el futuro de la ciudad y el municipio y el cumplimiento de objetivos estratégicos», señala la exconcejala y jefa del servicio de Planeamiento y Ejecución de la Ordenación Urbanística en su escrito.

Cabe recordar que el documento urbanístico de mayor rango superó la aprobación inicial al comienzo del verano de la mano de Elkarrekin Podemos y que deberá lograr el visto bueno definitivo el próximo año. De lo contrario, corre el riesgo de que expire la suspensión de licencias que decretó Gorka Urtaran en febrero de 2023 para evitar el desarrollo de algunos sectores de la ciudad que están previstos desclasificar. Entre ellos, destaca Uleta, donde el pulso entre los propietarios de los terrenos y el Ayuntamiento todavía está candente.

Pese a la lógica polémica que ha generado el recurso presentado por Oregi, adelantado por EL CORREO en su edición web, el departamento de Urbanismo municipal ha estado sometido a numerosos cambios en el último año. El más reciente se produjo este mismo viernes, con el nombramiento de Mikel Intxaurbe como director general del área. El arquitecto sustituye a Susana Vizcarra, cuya dimisión «por motivos personales» se aprobó el pasado 2 de agosto. Antes también existió un relevo en la coordinación general de este área, que pasó de manos de Carlos Ibarlucea a Jon Kepa Zarrabe el pasado marzo.

En paralelo, la sociedad municipal Ensanche 21 creó a finales de julio una jefatura de departamento que se ocupe de la «regeneración» del Casco Viejo, a través de la creación de viviendas públicas y el refuerzo de las ayudas a la rehabilitación, entre otras cuestiones.