Rayos zigzaguean en el cielo sobre un parque de producción eólica. E. C.

El EVE e Iberdrola invertirán 60 millones en el primer complejo eólico y solar de Euskadi

El parque proyectado en el entorno de la cantera de Laminoria se construiría en diez meses tras obtener los permisos de obras

Martes, 23 de abril 2024, 00:10

El primer parque de Euskadi que combinará la producción de energías eólica y fotovoltaica da un paso decisivo para obtener el plácet del Gobierno vasco. La infraestructura de Laminoria que se desplegará en los términos municipales de Arraia-Maeztu, Iruraiz-Gauna y San Millán requerirá ... un desembolso superior a los 60 millones de euros que se canalizará a través de Aixeindar, la sociedad participada en un 50% por el EVE (el Ente Vasco de la Energía) e Iberdrola. Sobre la mesa, un calendario de ejecución de obras acelerado. En diez meses y medio desde la obtención de los permisos, el complejo ya se convertiría en parte del paisaje de la Montaña Alavesa.

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Inversión y cronograma figuran en las solicitudes de autorización administrativa previa y declaración de impacto medio ambiental que desde ayer se someten a exposición pública para la presentación de alegaciones ante la Delegación Territorial de Administración Industrial de Álava. Un escalón importante que Aixeindar sube casi un año después de obtener luz verde del Departamento de Industria para comenzar a rodar.

Y que por asentarse en montes y solares que rodean la actual cantera (considerada de especial riqueza y protección natural) ya ha generado el rechazo de la Junta Administrativa de Laminoria, que en abril del pasado año no dudó en criticar «la afectación medioambiental brutal» y el miedo «a daños irreversibles» que, a su juicio, conllevará el desarrollo de este proyecto. El proyecto de Laminoria está planteado como una suerte de extensión del parque eólico de Azáceta, que promovido también por Aixeindar entraría en funcionamiento en 2025 puesto que ya cuenta con la autorización ambiental de la Diputación de Álava. Laminoria y Azáceta afectan, de hecho, a los mismos términos municipales. «Es el mismo proyecto dividido en dos para evitar que el Gobierno de Madrid controle la tramitación y se encargue de ellos el propio Gobierno vasco», criticaron con dureza desde la Junta Administrativa.

Ocho aerogeneradores

El proyecto es relevante. Hablamos de que en su conjunto ocupará más de un millón de metros cuadrados de superficie. La 'sección' eólica de ese futuro parque, de 40 megavatios de potencia instalada, se localizará en las inmediaciones de la explotación minera. De un lado, prevé la instalación de seis aerogeneradores en terrenos de Arraia-Maeztu, mientras que parte de las plataformas, cimentaciones y vuelos de varios de estos molinos, además de distintos viales internos, ocuparían suelo de San Millán e Iruraiz-Gauna. Otros dos aerogeneradores se sumarían en suelo de San Millán. 40,4 millones de euros es el presupuesto de ejecución que estiman sus promotores.

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En lo que se refiere al 'huerto' solar, la iniciativa renovable prevé una potencia instalada de 34,37 megavatios. El despliegue de las placas se realizaría sobre una superficie de 58,10 hectáreas (más de medio millón de metros cuadrados). Cerca de 62.000 módulos de captación de energía solar a los que se añadirían 10 inversores y siete transformadores lo definen técnicamente. En este caso la inversión se concreta en 20,5 millones de euros.

El plan especial redactado para este proyecto prevé que, una vez finalizadas las obras de instalación de los parques, el terreno no ocupado con elementos fijos de este podrá seguir siendo utilizado por sus propietarios para los mismos usos agrícolas o ganaderos que se venían realizando «siempre que no sean usos o actividades prohibidos, no limiten la capacidad de producción de los aerogeneradores y módulos fotovoltaicos de captación y respeten las limitaciones derivadas de la servidumbre legal de paso de energía eléctrica».

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Un criterio generalizado en todos los proyectos de estas características que se endurecería en cierto modo tras la avalancha de protestas del primer sector y que, antes de las elecciones, ya hicieron mover ficha a responsables forales. La propia Amaia Barredo, diputada de Agricultura, se comprometió en Juntas hace poco más de un mes a «intensificar los controles administrativos en torno a la verdadera utilidad pública de los proyectos fotovoltaicos» para analizar caso por caso la «relativa efectividad» de expropiar terrenos.

El timón de la tramitación urbanística del proyecto de Laminoria -como ya sucediera con el de Azáceta- ha tenido que cogerlo la propia Diputación por el desinterés de los municipios afectados. Han optado por agotar los plazos para dar cauce legal al proyecto obligando al Departamento foral de Medio Ambiente a coger la iniciativa para evitar que entre en vía muerta.

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