Educación vuelve a multar con 25.000 euros a Serunion por «otras incidencias» en Durana

La ikastola informó hace unas semanas sobre la retirada de un plato de carne con tomate por un sabor «ácido». Pero desde el Gobierno vasco no aclaran si esta es la causa de esta segunda sanción. Desde la empresa de catering Serunion, que desde septiembre sirve a once centros públicos de la zona rural alavesa, se limitan a decir que «respecto al ámbito de las sanciones y demás derivadas jurídicas no se van a hacer ni valoraciones ni explicaciones públicas».

La multa de 25.000 euros ha sido anunciada este viernes por el consejero del ramo, Jokin Bildarratz, durante su comparecencia en el pleno de control del Parlamento vasco. Lo ha hecho en respuesta a una pregunta planteada por Elkarrekin Podemos-IU. La parlamentaria Isabel González ha recordado la «preocupación» que genera la calidad de los menús escolares en la comunidad educativa y las familias, especialmente a raíz de las incidencias detectadas recientemente en la comida gestionada por Serunion tanto en Álava como en la ikastola Langile de Hernani.

González ha señalado que el «problema» de los comedores «no es puntual sino estructural», ya que «donde no se registran incidencias es en los colegios que tienen comida». Un requisito que en la red pública sólo cumplen uno de cada cuatro centros. «El comedor es un servicio esencial, no complementario», ha señalado.

Bildarratz ha incidido en que los técnicos del departamento realizan un «seguimiento y control diario» de los menús y que «la seguridad alimentaria es inherente a la prestación del servicio». Educación gestiona más de 87.000 comidas diarias en 417 centros. En cualquier caso, el consejero ha señalado que, de las incidencias registradas en lo que va de curso, sólo en un caso ha conllevado un «riesgo» para los alumnos. En el resto, la comida se retiró antes de servirse.

La consejería tiene abierto un tercer expediente que podría derivar en la rescisión del contrato con Serunion que sólo afectaría al lote correspondiente a la ikastola de Durana y otros dos centros alaveses (el instituto de Murgia y Gorbeia Eskola). En una entrevista en este periódico, un portavoz de la empresa afirmó que su departamento jurídico estudia las multas recibidas y que no descarta recurrirlas. Respecto a una eventual rescisión del contrato, Serunion afirma que «estudiará las medidas a adoptar».

Por otro lado, tanto González como Itxaso Etxebarria (EH Bildu), que ha tildado la situación de los comedores de «insostenible», han interpelado al consejero por la carta que el departamento envió a los centros. En la misiva, Educación recordaba a los responsables de los comedores que no pueden compartir con las familias información obtenida en el aplicativo informático. La carta llegó poco después de que Ehige, la federación de Ampas de la escuela pública, pusiera en marcha una campaña de control de la calidad de los menús. «Todo lo que sucede lógicamente lo sabe la dirección y si lo estima pertinente lo traslada a las familias», se ha defendido Bildarratz. «No hay ningún impedimento para que reciban información sobre los incidentes en el comedor».

Serunion, un gigante del sector fundado en 1990, ha desembarcado este curso en los colegios vascos. Presta el servicio de comedor en 11 colegios públicos de Álava; privados (concertados) y 3 públicos de Bizkaia; y 44 públicos de Gipuzkoa. Ganó los distintos lotes con una oferta económica muy baja, ya que ofrece los menús por apenas tres euros. Anteriormente ha tenido incidentes con la calidad de los menús en colegios y hospitales de varias provincias. Este curso ha recibido denuncias en La Rioja, donde el Gobierno autonómico le ha multado con 13.000 euros por la aparición de gorgojos en la comida de los alumnos.