Educación elimina doce buses escolares en Álava y deja tres líneas sin cuidadoras

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Marta Peciña

No obstante, la modificación más problemática entre estas reagrupaciones ha venido derivada por la sustitución de los autobuses en tres rutas por taxis, que pueden recoger hasta nueve estudiantes. El motivo de denuncia se encuentra en que, con el cambio, estos coches están circulando sin cuidadoras. Educación establece en sus criterios que «se pondrá una persona acompañante de transporte escolar cuando el 50% del alumnado sea menor de 12 años». Ese decreto no se está cumpliendo en el colegio Unamuntzaga de Rivabellosa, en la ikastola de Nanclares ni en Valdegovía. Los afectados recalcan que la cuestión no es el medio de transporte si no que niños «tan pequeños» viajen sin supervisión, «aunque sean quince minutos».

Eva García, presidenta del Ampa Bizkarreta del centro de Rivabellosa, denuncia que en la línea de Lantarón se trasladan cada día siete escolares de entre 2 y 9 años, para los que se ha prescindido de la figura de la acompañante «dejando toda la responsabilidad al taxista, que suficiente tiene con conducir». La respuesta de este grupo de padres perjudicados ha sido no hacer uso de este servicio. Es decir, son ellos mismos los que acercan cada día a sus hijos al colegio, mientras el chófer realiza el trayecto contratado, pero sin pasajeros. «Lo seguiremos haciendo mientras podamos. La única solución después de presionar a Educación fue colocar a una persona responsable para atender a los menores en el camino a las aulas, pero nos niegan el acompañamiento durante el recorrido».

Todo esto trae una doble denuncia, ya que (y siempre de acuerdo con el testimonio de ELA) las cuidadoras han visto empeorados sus puestos de trabajo al no cumplir con las condiciones que estipula el convenio en caso de supresiones y cambios de servicio. «A la que eliminan le ponen el peor puesto y menos horas, cuando se establece que deberían asignarse por orden de antigüedad». Las empleadas de este servicio son mujeres de más de 50 años. La empresa encargada de garantizarlo reconoce dificultad de encontrar acompañantes por ser un horario reducido que ocupa toda la jornada y por los inconvenientes de desplazarse en transporte público en el ámbito rural.