El coronavirus sigue su expansión en Euskadi con 649 casos, la mayor cifra en dos meses

Son ya 11 días de escalada de la incidencia. De los 103 casos el pasado 26 de junio a los 224 del último boletín. Esta valor, que sirve para estimar la presencia del virus en la sociedad, se ha doblado en menos de dos semanas y sigue muy lejos de rebajarse hasta los 60 puntos marcados como «objetivo» en el nuevo plan Bizi Berri IV presentado el miércoles por Gobierno vasco. De hecho, su crecimiento en las últimas dos semanas le acerca más a los 300 puntos, el listón marcado como el peor escenario posible epidemiológica en esta nueva línea de actuación de Lakua para los próximos cuatro meses, concretamente hasta octubre.

Al menos, la expansión del virus no se traduce por el momento en un aumento de la presión hospitalaria, siempre al límite en las anteriores olas. Es la única nota positiva. Ayer 25 pacientes críticos luchaban en las UCI de la red hospitalaria vasca y otros 50 se encontraban en planta al presentar sintomatología leve. En total, 18 personas fueron ingresadas por complicaciones derivadas del patógeno. El proceso de inmunización, que ya ha superado el millón de vacunados en Euskadi, ha conseguido reducir drásticamente el número de muertes semanales. En la última, cuando el País Vasco ha encadenado tres días consecutivo sin fallecidos, un total de seis. Una cifra muy lejos, por ejemplo, de los 99 semanales que perdieron la vida hace aproximadamente medio año.

Ahora, en cambio, son los profesionales de la Atención Primaria los que sufren una mayor carga de trabajo. El avance de la vacunación ha inmunizado a parte de los grupos de población adulta, por lo que el cerco de los contagios se ha estrechado en los jóvenes, sobre todo los menores de treinta, que aún no han recibido ninguna de las dosis de la vacuna. Ayer el 40% de los contagios (267 positivos) se detectaron en menores de 18 años y otro 39% (254) en la franja de edad entre los 19 y 39 años. La mayoría acuden a los centros de salud para aliviar los síntomas leves, sin necesidad de ingreso. Precisamente este viernes Osakidetza abrirá la agenda para que los jóvenes de entre 16 y 29 años pidan cita para recibir los inyectables entre julio y agosto como respuesta a los brotes que surgen por los encuentros sociales, principalmente botellones. Sin ir más lejos, la tasa de incidencia entre los jóvenes de 17 y 18 años es de 2.179 casos por cada 100.000 habitantes, un dato 84 veces mayor que los 26 puntos de incidencia entre la población de más de 65 años. En julio se culminará la segunda pauta de los sexagenarios. Solo ha habido 11 contagios por encima de los 65 años. Esta semana también han empezado a recibir la primera dosis los treintañeros.

A pesar del empeoramiento de todos los parámetos epidemiológicos, el Gobierno vasco apostó ayer por mantener las medidas vigentes y descartó a corto plazo un endurecimiento de las mismas. El lehendakari Iñigo Urkullu se limitó a recalcar que habrá un control estrecho sobre los botellones y las 'no fiestas' (la ley recoge multas de hasta 600 euros por beber en la calle) y dijo confiar en la «autorresponsabilidad» y la autoexigencia« de la población. La realidad es que la pandemia se agrava en los tres territorios. Gipuzkoa es la más golpeada, con 290 casos de incidencia. Le sigue Bizkaia, que se sitúa en 191 puntos, mientras que Álava sufre en menor medida este nuevo arreón del virus, con una tasa de 155.

Los principales parámetros que permiten a los expertos tomar el pulso de la pandemia auguran que el virus seguirá creciendo, al menos a corto plazo. La tasa de positividad sigue disparada en más del doble que hace dos semanas. Se sitúa en el 7%, algo que no se veía desde el 2 de mayo, muy por encima del listón del 4% que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los países europeos para considerar que el patógeno está controlado. Ahora está deslocalizado y corre más rápido que el proceso de rastreo. El otro indicador más importante, el índice reproductivo básico (R0), sigue holgadamente por encima de 1. En concreto, se sitúa en 1,45. Eso significa que una persona infectada contagia a más de una sana.