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El número de contagios se han multiplicado en las residencias de mayores de Álava. Cuarenta usuarios son positivos, más del doble que la pasada semana, y 171 trabajadores permanecen de baja por estar enfermos o considerarse contactos estrechos, el triple que el 28 de diciembre. ... Una peligrosa tendencia al alza que los responsables del Instituto de Bienestar Social de la Diputación (IFBS) temen que se pueda agravar más en el caso de las plantillas: «Nunca antes en toda la pandemia había sido tan difícil cubrir los puestos», reconocen. Y es que un 7,5% está fuera de juego. Una tasa que podría ir a más si no se logra controlar la sexta ola en el exterior, donde registra récords día tras día.
Esta vez, la situación entre los internos parece más controlada. Sólo uno de ellos permanece hospitalizado -un usuario de la vivienda comunitaria San Mamés de Amurrio- y los otros 39 positivos siguen asintomáticos o tienen leves evidencias de esta enfermedad. Todos ellos cuentan con las tres dosis de la vacuna. Eso sí, el IFBS comunicó este martes la muerte de un usuario de la residencia Sallurtegi de Salvatierra que estaba ingresado en Txagorritxu, por lo que el SARS-CoV-2 ya ha acabado con la vida de 203 personas desde que se coló en estos equipamientos hace casi dos años.
Ahora mismo hay ocho positivos en Albertia Centro, siete en Purísima Concepción de Murgia, seis en la vivienda comunitaria de Campezo, cinco en la residencia foral Ajuria, tres en la vivienda comunitaria Mikelats (Alegría), dos en el centro Zadorra de la Diputación y dos en Alday (Respaldiza). Caser-Alto del Prado, Igurco, San Martín, La Encina (Artziniega), Ariznabarra, el geriátrico municipal San Prudencio y la vivienda comunitaria San Mamés de Amurrio cuentan con un caso, cada una de ellas.
La buena noticia llega desde el centro para personas con discapacidad Etxebidea, donde nueve de sus usuarios han pasado a ser negativos tras dos semanas con resultados positivos en las PCR.
Pero si bien la vacuna ha conseguido amortiguar los efectos del patógeno sobre quienes viven en los geriátricos, los efectos sobre los trabajadores están suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para quienes tienen que gestionar sus sustituciones. El número de personas de baja se ha triplicado en apenas siete días, de 59 a 171, y ya supone el 7,5% del total de trabajadores que hay entre los centros públicos y privados. Las bolsas de trabajo ya se han agotado y el IFBS ha permitido de forma excepcional que se contrate a gerocultores para ocupar los puestos de auxiliares de enfermería.
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Pese a esta situación, la idea de la Diputación es que no se apliquen restricciones sobre las residencias. El Gabinete de Ramiro González considera que la tercera dosis del suero protege suficientemente a unos usuarios que ya han tenido que sufrir limitaciones en las visitas y salidas durante el resto de la pandemia.
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