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La Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que vetará el tráfico de paso en el Casco Viejo y parte del Ensanche a partir del año que viene, estará operativa para el «primer trimestre» de 2025, según las últimas previsiones del Ayuntamiento. Será un área que funcionará ... con un sistema de cámaras de lectura de matrículas, cuya contratación se ha alargado más tiempo de lo previsto debido a diferentes escollos. El Consistorio está ahora a punto de asignar el encargo, a la tercera, tras dos intentos previos infructuosos. Se propone adjudicar a la firma Tradesegur con una oferta de 344.776 euros IVA incluido, según se acordó en la Mesa de Contratación municipal desarrollada ayer. La rebaja es bastante considerable, ya que el presupuesto de licitación era de 676.033 euros.
Se trata uno de los últimos pasos para que se ponga en marcha un encargo que se ha atascado en su tramitación. La espera se ha prolongado casi un año. El contrato para el «suministro, instalación y configuración de un sistema de control mediante cámaras en el área de prioridad residencial» se sacó a concurso en diciembre de 2023, pero hubo que modificarlo en dos ocasiones (en mayo y junio de este año). Y es que el proceso tuvo que suspenderse a petición de los aspirantes por las dudas que les provocaba y por «errores técnicos».
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La contratación de los 36 dispositivos –30 para controlar accesos y los otros 6 para «labores complementarias»– supone un paso clave para la implantación de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el Casco Viejo y parte del Ensanche, que se activará desde el año que viene. Las matrículas se introducirán en una base de datos para que las cámaras notifiquen las entradas de vehículos no autorizados. En caso de que un coche que no está dado de alta en el sistema ingrese en una de las calles del área restringida, la notificación y la tramitación de la multa serán automáticas.
La contratación de equipos de grabación es uno de los frentes en los que trabaja el Gobierno municipal para habilitar la zona de tráfico restringida. En paralelo se ha iniciado la tramitación de la ordenanza (se tiene ya el segundo borrador). Esta es una de las partes que más puede alargar la puesta en marcha, ya que el Ejecutivo en minoría de PSE-PNV requiere del apoyo de un grupo de la oposición para sacarla adelante. El siguiente paso será aprobar la normativa de acceso a través de un decreto de Alcaldía.
La Zona de Bajas Emisiones de la capital alavesa funcionará más como área de «prioridad residencial», ya que ese será el fundamento de su normativa, viene recalcando el Consistorio. Esto significa que solo vecinos, comerciantes y otros afectados podrán acceder al perímetro; primero desde 2025, con independencia del vehículo que conduzcan; mientras desde 2027 se prevé exigir las etiquetas ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT). Habrá excepciones. Coches 'invitados' por vecinos podrán entrar a la Zona de Bajas Emisiones a través de una 'app'.
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