El pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja ha modificado este viernes las normas de vendimia para esta campaña y, finalmente, la producción excedentaria tolerada para vino de mesa deberá destilarse obligatoriamente. Según confirman fuentes del sector, el sector cooperativo, que ... había hecho de esta cuestión una línea roja en las negociaciones durante meses, se ha abstenido, con lo que ha habido votos suficientes para sacar adelante la propuesta. Las producciones amparadas, pese a que las organizaciones agrarias de La Rioja querían bajarlas a los mínimos reglamentarios, quedan como estaban: 90% para variedades tintas en campo y 69% de transformación y 100% para uvas blancas y 70% en bodega.
El concurso del Grupo Rioja, la organización mayoritaria dominante, ha sido determinante para evitar la tolerancia con el vino de mesa, ya que, hasta ahora, no había entrado en el debate. El resto de organizaciones bodegueras también ha apoyado la propuesta, con lo que con el apoyo de los productores de las organizaciones agrarias, y eliminados los votos de abstención de las cooperativas, ha habido apoyo más que suficiente para modificar las normas de vendimia.
Por otro lado, se permitirá la entrada en bodega hasta un límite máximo del 115% del rendimiento tipo establecido por la Denominación y también se ha votado a favor de admitir una propuesta de ARAG-ASAJA de crear un grupo de trabajo para gestionar la masa vegetal con el fin de adaptarla a las necesidades de la DOCa Rioja a medio y corto plazo (posibilidad de arranques de viñedo).
Lo cierto es que la admisión de un 4% de uva adicional para elaborar vino de mesa –que acaba convirtiéndose en competencia del propio Rioja– llevaba en el candelero desde primeros de año. Primero fueron los 'chalecos amarillos', quienes, no sin divisiones internas tampoco, pactaron con las organizaciones agrarias un documento en el que pedían la eliminación de dicha producción excedentaria.
Tampoco era una cuestión del gusto de las administraciones autonómicas (La Rioja, País Vasco y Navarra) que, si bien no tienen voto en la mesa del Consejo Regulador, después de comprometer decenas de millones de dinero público para reducir excedentes (destilación) y destruir uvas a través de la cosecha en verde no entienden que se siguiera tolerando producción excedentaria alguna. Para las cooperativas había sido hasta ahora, sin embargo, una demanda innegociable.
Desde el año 2020, cuando el Consejo Regulador comenzó a reducir el rendimiento amparado de uvas tintas, por la crisis, se ha autorizado un 19% adicional de vino de mesa, mientras la cantidad amparable se ha recortado en un 30%. Dicho 19% equivaldría a unos 50 millones de litros de vino, con los almacenes de las bodegas desbordados y al mismo tiempo que se está solicitando dinero público para destilar. Si bien es cierto que no hay datos reales de cuánto volumen se ha destinado a este canal paralelo (Rioja no contabiliza ese vino y no todas las bodegas elaboran dicho excedente), este año se podrían haber tolerado hasta otros 11 millones de litros.
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