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SALVADOR ARROYO
LOGROÑO
Viernes, 21 de octubre 2022
Nueva andanada de recursos. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOCa) avisó que agotaría todas las «armas legales y administrativas» para evitar la venta de una sola botella etiquetada con Viñedos de Álava. Y carbura ya para mantener abierta esa senda. ... Ayer la institución de gobierno de la marca Rioja anunció que presentará un recurso de reposición dirigido contra la consejera Arantxa Tapia, responsable del Departamento de Desarrollo Económico, como firmante de la autorización de la nueva DO alavesa, que la próxima semana tiene previsto avanzar para conformar su propio Consejo Regulador.
Y una vez se pronuncie Lakua (previsiblemente desestimará total o parcialmente el recurso), se interpondrá otro por vía contencioso-administrativa ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Será, en definitiva, una acumulación a la causa ya abierta en 2021 por el propio Consejo y pendiente de resolución. Que irá acompañada esta vez de la solicitud de suspensión cautelar de todo el procedimiento. Objetivo: frustrar la salida al mercado nacional –no se produciría antes de 2023, tras la próxima vendimia– de vino con la marca 'Arabako Mahastiak/Viñedos de Álava'.
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Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Regulador del Rioja, fue el encargado de anunciar la nueva ofensiva tras la celebración del pleno de la institución, integrado por 32 vocales y con representación (con voz pero sin voto) de representantes de los gobiernos de Euskadi, La Rioja y Navarra. El respaldo a los recursos fue del 98,4% de los votos emitidos.
Solo votó en contra la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), promotora del nuevo etiquetado, que volvió a defender la voluntad de distinción «como una decisión empresarial y legítima de un grupo de bodegas», dijo Inés Baigorri, directora gerente de ABRAy vocal en el pleno. Hubo dos abstenciones, las del sindicato alavés de agricultores UAGA y el colectivo exportador ARAEX, que agrupa a varias bodegas alavesas. Dolare, los cooperativistas de Rioja Alavesa, votaron a favor de los recursos.
El Consejo de la DOCa considera «especialmente injusto e inconcebible que iniciativas que representan un porcentaje residual de la riqueza que genera el Rioja puedan llegar a adquirir este nivel de atención de forma artificial y llamativamente desproporcionada». «Se está generando daño a la denominación», incidía Ezquerro.
El presidente de la institución, desde hace poco más de un año, aseguró durante la reunión que el sector «está generando en la zona alavesa de la denominación, una renta per cápita de prácticamente 40.000 euros por habitante, muy superior a la media de Euskadi y no digo nada con la de España». Un argumento que expuso al viceconsejero vasco de Agricultura, Bittor Oroz, quien defendió que la autorización otorgada por Lakua a ABRA era «previsible» desde que las bodegas cursaron la solicitud, por tratarse de un procedimiento administrativo reglado.
«Ha sido en este sentido completamente aséptico. Lo que pasa es que hay una parte mayoritaria de viticultores y bodegas de la zona que se sienten agraviados con esta resolución. Pero él ha intentado demostrar en el Pleno que la decisión tenía más que ver con asepsia administrativa que con sus ganas de facilitar las cosas», valoraba el máximo responsable del Consejo Regulador.
Habló de «decisiones o indecisiones políticas que están generando un daño que esperemos no sea irreparable, pero que ya se está notando en el fondo de comercio generado por la marca» a la que están adscritas 571 bodegas y 14.300 viticultores sobre una superficie total de 66.240 hectáreas de viñedo inscrito, de las que 13.178 se encuentran en la zona de producción de Rioja Alavesa.
El conflicto por la distinción lastra al menos seis años y no se ha logrado neutralizar pese al cambio de identificación de las botellas, que permite destacar Viñedo Singular, Viñedo de Municipio y Vino de Zona. En la reunión de septiembre, el Consejo acordó blindar la exclusividad de sus viñedos para que no puedan ser utilizados bajo otra marca, pero es el Ministerio de Agricultura el que tiene que dar el visto bueno a ese movimiento.
El pleno del Consejo instó ayer a las administraciones competentes (las consejerías de Agricultura de La Rioja, Euskadi y Navarra) a que se prioricen e incentiven en la valoración de los expedientes de reestructuración de viñedo las plantaciones de variedades blancas por arranques de tinto.
La reestructuración es un programa europeo que apoya económicamente la sustitución de viñedos menos 'eficientes', y tradicionalmente se ha utilizado para arrancar viñedos viejos y de blanco para plantar tinto. Ahora, en un momento en que el mercado de blancos va hacia arriba lo que se está proponiendo es lo contrario:apostar por las variedades blancas.
Un año más se apostó de forma unánime por 'congelar' las nuevas plantaciones de viñedo. Lo previsto, puesto que hay más existencias de vino de las deseadas en las bodegas y así se está viendo en los precios que se están pagando por la uva y los vinos en las últimas campañas. El acuerdo para 2023 supone no incrementar la superficie de nuevas plantaciones e impedir las otras vías de incremento de masa vegetal.
420 millones de kilos
Aunque todavía queda alguna bodega en la zona más occidental del ámbito de la DOCa Rioja metiendo los últimos kilos de uva, parece que la cosecha final se quedará muy cerca de los 420 millones de kilos. Una sorpresa de última hora, que mucho tiene que ver con las lluvias de agosto, ya que la uva comenzó a pesar más, algo que no sucedía en la primera parte de la cosecha.
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