Culpar al comité de empresa de la «pérdida de confianza» por parte de la multinacional Daimler en la planta de Mercedes Benz en Vitoria no ha sentado bien ni entre los representantes sindicales, asegura Igor Guevara (ELA), «ni entre los trabajadores por lo que ... nos han ido comentando». La acusación realizada por Emilio Titos en una comunicación enviada a la plantilla y proveedores y clientes –desvelada ayer en exclusiva por EL CORREO– encontró la respuesta del presidente del comité, que asegura que el relato de hechos del director de la principal industria vasca «no se ajusta a la realidad» de lo que sucedió el lunes 16, cuando se decretó la parada de la actividad.
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Los representantes sindicales, con su sentada al final de la línea de montaje final –de donde salen los vehículos terminados–, «no buscaban ni bloquear ni parar la producción de la fábrica. Intentábamos garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores de Mercedes». Desde primera hora de la mañana, recuerda Guevara, «habíamos llamado a Osalan (Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral), a Inspección de Trabajo y a la Ertzaintza para denunciar la situación en la que se estaba trabajando en la fábrica, sin que nadie nos hiciera caso en ningún momento».
Y respecto a la propuesta de la dirección de hacer una «parada ordenada y escalonada de la producción», según palabras textuales de Titos, el dirigente sindical asegura que «nada más lejos de la realidad. Él quería mantener la actividad a toda costa, sea como fuera, pero eso no era compatible con mantener los protocolos de seguridad impuestos por las autoridades», sobre todo a la hora de guardar las distancias de al menos metro y medio entre cada operario «pero tampoco de higiene porque la herramienta no se estaba limpiando cada poco rato sino prácticamente al principio y al final de cada turno».
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En este sentido, Guevara añade que «es evidente que el problema en la planta era la imposibilidad de garantizar la salud porque en la propia documentación del ERTE –expediente de regulación temporal de empleo– que presenta Mercedes se dice que la causa de fuerza mayor es la crisis sanitaria creada por la pandemia del Covid-19. No habla de falta de suministros».
Esa «pérdida de confianza» por parte de la central en Alemania hacia la planta alavesa a la que alude Emilio Titos y de la que culpa «no debería tenerse en cuenta a la hora de compensar el ERTE», opina Igor Guevara. Aunque la dirección de la factoría en Vitoria dijo que tenía que trasladar a la multinacional la reclamación del comité para que la plantilla reciba más allá del 70% de su salario que ya cubre la prestación por desempleo.
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«Los trabajadores ya salieron decepcionados con la empresa con motivo de la parada de la actividad. Si ahora tampoco se reconoce el esfuerzo hecho desde Gasteiz, cuando somos una de las factorías más rentables y productivas, habrá una sensación de que todos los esfuerzos de años han caído en saco roto», concluye el presidente del comité.
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